La globalización fue el estímulo de las economías para acelerar sus procesos tecnológicos, derribar sus barreras comerciales y potenciar el crecimiento. Pero la importancia de este fenómeno va más allá de la economía. De acuerdo con Kilic, se trata de un concepto multidimensional que cubre multitud de cuestiones: económicas, políticas y sociales.

Sin profundizar en los efectos positivos o negativos de la globalización sobre una región, existen evidencias del progreso humano en los diferentes escenarios que abarca. Por tanto, sería un error no considerar dicho acontecimiento con la importancia que merece. La mayor parte de los gobiernos en España y en el mundo consideran esencial impulsar el avance de la globalización y apuestan por utilizar como indicador multidimensional la innovación.

Un grupo de estudiantes del último curso de Económicas de la universidad de Alicante hemos construido a partir de datos regionales recientes de Europa un conjunto de polígonos que comparan la Comunidad Valenciana con el resto de Regiones Europeas mediante las series homogéneas del European Cluster Observatory. El objetivo es capturar la competitividad de la Comunidad Valenciana y localizar la posición relativa de nuestra Comunidad con el resto del conjunto regional europeo respecto de una serie de indicadores de índole económico, social y político.

Gráfico 1 - Fuentes: European Cluster Observatory y elaboración propia.

Planteamos el estudio desde cuatro perspectivas distintas: comportamiento empresarial, innovación, entorno empresarial y la base de conocimientos y habilidades. Cada una de ellas está generada con una serie de indicadores que clasifican cada región europea con una puntuación normalizada. En el Gráfico 1 observamos las distintas dimensiones antes mencionadas, comparando a la Comunidad Valenciana (CV) con España (ES) y el promedio de los países de la Unión Europea (EU).

Pero el objetivo de nuestro estudio es visualizar la situación de la Comunidad Valenciana dentro de la globalización y encontrar aquellas variables que diferencian el resto de regiones europeas de nuestra comunidad.

Gráfico 2 - Fuentes: European Cluster Observatory y elaboración propia.

Para ello examinemos más detenidamente cada dimensión por separado. Se confirma lo que podíamos observar en el Gráfico 1: la Comunidad Valenciana está por detrás de sus vecinos europeos. Nuestra comunidad está en una posición rezagada de Europa en todos los indicadores de competitividad en globalización. Pero quizás la clave está en las variables que más nos alejan de la media europea como son la población con altos estudios y la proporción de empleo en alta tecnología.

La carencia de industria tecnológica propia y oferta de trabajadores altamente cualificados extinguen los esfuerzos de la región por consolidar un entorno empresarial adecuado ya que presenta posiciones al menos más cercanas a Europa en lo que a financiación y disposición regional se refiere. Esto indica que ya sea desde el gobierno central o desde el propio gobierno de la 'Generalitat' se aspira a crear un entorno adecuado y estructurado de las empresas valencianas, con tal de no dejar atrás a la famosa 'España vacía' ni aglomerar a la industria en escasos sectores. Pero la digitalización y la internacionalización del empresario valenciano siguen siendo muy débiles y es extraordinariamente común la especialización de los recursos humanos (los trabajadores) de las empresas valencianas en sectores más tradicionales.

El quid de la cuestión es si la "culpabilidad" recae sobre dichos empresarios, sobre las autoridades responsables, sobre los trabajadores valencianos o sobre la misma globalización. Una respuesta cómoda sería la salomónica: una parte de cada. El razonamiento económico tiene que ir más allá, y buscar respuestas a nuestra débil inserción mundial al entorno productivo, la competitividad innovadora y la formación en general. La mayoría de países de la zona euro han salido de la crisis y se enfrentan a los nuevos desafíos de la globalización con todos sus recursos disponibles. España y la Comunidad Valenciana han recuperado sus niveles de PIB por persona en 2017 aunque no el de empleo, pero podríamos considerar que no hemos aprendido de la crisis: se recuperan culturas especulativas (inversiones financieras e inmobiliarias); se mantienen los clichés de la cultura empresarial y no se apuesta por la innovación como motor económico. Quizás estas actitudes sean las más negativas, junto con las oportunidades que se hayan podido perder en el camino. Sin duda, y echando mano de la literatura del Premio Nobel Jacinto Benavente, una cosa es continuar la historia y otra repetirla. La Comunidad Valenciana insiste en no avanzar en esta historia.