Son días de celebración. El Encuentro de Patrimonio Mundial que acoge Elche durante este fin de semana es una oportunidad para homenajear a todas las personas que durante 50 años han trabajado y siguen trabajando con esfuerzo y sacrificio para que el proyecto pedagógico de la escuela de Puçol siga en pie. Y, no solo eso, también celebramos el décimo aniversario del reconocimiento del Proyecto Educativo Museístico de Puçol en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, convirtiéndose de esta manera en el tercer bien ilicitano en ser inscrito en los listados de Patrimonio Mundial de la Unesco, tras el Palmeral Histórico y el Misteri d'Elx.

El Ayuntamiento siempre ha apostado con decisión por esta entidad. Consideramos este proyecto como un activo fundamental para Elche. Un museo imprescindible para conocer la vida del campo de principios del siglo XX. Estamos muy satisfechos con Puçol, tiene todo el apoyo de la Corporación Municipal, todo mi apoyo como alcalde y vamos a trabajar y poner de nuestra parte para que este sea un proyecto con futuro y que represente la imagen de la ciudad.

Este museo empezó a desarrollar su labor en 1968 y desde entonces ha integrado el patrimonio como un valor en la escuela pública. Una ingente labor de muchas personas que nos permite hoy en día viajar hacia nuestro propio pasado y al de las personas que ya no están con nosotros.

El mundo no siempre ha sido como lo conocemos, la conservación del patrimonio es indispensable para entender esto, para conocernos, para saber dónde estamos. Tenemos la oportunidad impagable de poder conservar nuestra historia reciente con los testimonios de las personas que lo han hecho realidad. Con este museo nos trasladamos al pasado para conocer cómo vivía la gente de Elche, qué tradiciones tenía y qué medios empleaba. Debemos sentirnos privilegiados por contar con este centro permanente, sin ánimo de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público que conserva, investiga y comunica nuestro Patrimonio de la Humanidad para la educación y el disfrute. Tenemos que potenciar un legado histórico que forma parte de nuestra belleza y riqueza cultural.

En particular, el valor del Patrimonio Histórico para la educación es esencial. Debemos convertir los bienes patrimoniales en verdaderos y potentes recursos al servicio de la escuela y del ocio cultural. Que se convierta en una forma cada vez más popular de ocupar el tiempo libre por parte de la ciudadanía. También como atractivo turístico.

En mi opinión, el principal impacto que recibimos al visitar el Museo Escolar de Puçol es la apertura de mente que provoca conocer una nueva perspectiva de nuestra sociedad. Entrar en este museo nos transporta a otra época. Nos fuerza a descubrir un punto de vista nuevo, separándonos del individuo actual para reenfocarnos en el universal. Revivimos la historia, vemos su impacto y presenciamos sus consecuencias. Para los más pequeños puede convertirse en un viaje en el tiempo, con vestimentas, herramientas y medios totalmente diferentes de los que ellos conocen.

Nos comprometemos a conformar una Fundación que permita el desarrollo del museo. Este Encuentro de Patrimonio Mundial supone un punto de referencia para celebrar y mostrar la herencia cultural que tiene nuestra ciudad gracias a la generosidad y trabajo de las gentes de nuestra tierra. Y vamos a aprovecharlo.

Somos realmente afortunados porque pocas ciudades pueden presumir del grandioso e inmenso patrimonio que supone este tesoro, símbolo de la tradición y de la historia popular.

Me siento satisfecho con el trabajo realizado ya que se ha podido inaugurar hace días la nueva sala de exposición permanente dedicada a la mecanización de campo y la modernización de las viviendas, con una superficie de 140 metros cuadrados. Esto nos permite decir que el museo sigue creciendo. Esperemos que se inauguren muchas salas más.

Pero el proyecto educativo de Puçol también depende de la participación ciudadana. Estudiantes, personas mayores, investigadores, donantes de piezas o vecinos de Puçol, entre otras cosas, son clave fundamental para que todo esto sea posible.

Tenemos que potenciar que este museo se convierta en un atractivo interés turístico para todos y para todas. Cuidemos y fomentemos la conservación de nuestro patrimonio cultural, valor simbólico de nuestros antepasados.