Me parece totalmente acertada la decisión municipal de rescindir cuanto antes el contrato leonino y lesivo para los intereses públicos de nuestra ciudad por múltiples motivos. Dejando bien claro que la ley de Contratos del Sector Público otorga al gobierno municipal, una vez transcurridos 6 meses sin otorgarse la licencia, la potestad de rescindir y convocar simultáneamente un nuevo concurso, con un máximo de un 3%, en el peor de los casos.

Motivos sobradamente justificados y contemplados en el actual contrato para no continuar con esta interminable agonía económica y social. Dense cuenta los años que faltarían para reconocer los vestigios y otros imponderables, unidos a los baños árabes, refugios, afecciones al Misteri y al Palmeral, de tener que continuar hasta 15 metros de profundidad con las ineludibles excavaciones del actual Mercado y la Plaza de las Flores. En cuanto al tráfico, qué casualidad, hace unas fechas, el PP se manifestaba con las justas quejas vecinales por su desvío hacia la calle Alfonso XII y adyacentes. Y ahora apoya la salida e incluso la entrada al supuesto parking por la calle Salitre, que enlaza con la pasarela peatonal. Vaya la coherencia política.

Dicho contrato fue suscrito ya hace más de 4 años, mediante un estudio de viabilidad «ad hoc» realizado por una empresa en quiebra, grupo El Árbol, ya desaparecido, eludiendo y obviando el proceso administrativo habitual, apartando a la vez de sus funciones a los técnicos municipales, que habían informado desfavorablemente en el 2011, económica y técnicamente sobre la inviabilidad lesiva del similar proyecto presentado entonces por el PSOE.

Este fue utilizado por el propio PP en sendos plenos municipales como argumentos negativos para votarlo en contra, rechazando la implantación de un gran supermercado comercial privado con parking, prometiendo así a todos, en especial a los placeros y comerciantes, un mercado municipal tradicional, financiado con ayudas de los fondos europeos.

Dicho contrato contemplaba prebendas y favoritismos inusuales e inexplicables, como la decisión de privatizar ese espacio público, sin abonar rentas, alquileres ni canon alguno durante 40 años de explotación, además de obtener gratuitamente los derechos de propiedad de varias plantas, así como la exención de tasas municipales. Impidiendo a la vez, incluso, la propia competencia de otros grupos comerciales importantes, como podrían ser Mercadona, Carrefour, Hiperber y otros que hubieran deseado pagar autenticas millonadas por esta adjudicación y dando lugar a esta penosa situación, en especial para los placeros y comerciantes, que han tenido que cerrar sus negocios, además de los que aún mal resisten y sufren esta penuria en el entorno de La Plaza de Las Flores.

Todo ello fue realizado bajo el mandato de la anterior exalcaldesa del PP días antes de su salida de la corporación, incumpliendo los condicionantes básicos y fundamentales contemplados en el PGOU, como lo son los informes favorables preceptivos necesarios de tráfico, patrimonio y preservación de los restos arqueológicos, que dan luz a los orígenes de la ciudad, enclavados en la antigua Villa Murada en el centro histórico.

Que a estas alturas los nuevos dirigentes del PP no tengan en cuenta siquiera que incluso hasta 5 importantes y valientes, concejales del propio partido, incluyendo 2 tenientes de alcaldes, Daniel McEvoy y Sebastián Polo, más Cristina Martinez, la concejal de Mercados Maria José López, y el de Hacienda, Manuel Latour, a costa de ser defenestrados, fueron apartados de la junta de gobierno por oponerse a ello, que los valedores de tales desaguisados, principalmente Mercedes Alonso y Vicente Granero, hayan sido excluidos del nuevo staff del partido por sus afiliados y votantes, flaco favor les hace Pablo Ruz y su ejecutiva, para mantener la coherencia deseada por los ciudadanos, desafectos con estas prácticas que recuerdan procedimientos caciquiles y malévolos para la ciudadanos que han desembocado en los mayores casos de corrupción conocidos en España, tan actuales como las recientes sentencias de los ERES de Andalucía, o los casos Brugal, Gurtel, Bárcenas, Pujol, Noos, Púnica y tantos otros.

Por lo tanto buena hora es, de actuar con agilidad, rapidez y transparencia y poner encima de la mesa, simultáneamente a la rescisión del fantasmagórico actual proyecto, una nueva convocatoria abierta y participativa de verdad. Integrando a placeros comerciantes, consejo social, universidades, colectivos y ciudadanía para la rápida ejecución del anhelado Mercado Municipal, que recoja las nuevas tendencias e innovaciones de modelos y diseños de mercados municipales, que impulsen y apoye los productos ecológicos, locales y del Camp de Elx, sostenibles, unidos a las especialidades gastronómicas y que sirva todo ello para revitalizar y poner en vanguardia y de referencia nuestro centro histórico, comercial, cultural, patrimonial y turístico. En semejanza a mercados municipales de éxito, como La Boquería en Barcelona, el Mercado Central de València, y tantos otros en toda la geografía nacional y europea.