Lunes

LA MIRADA INMÓVIL

El reportaje fotográfico de la reunión entre Sánchez y Casado hace superflua cualquier aclaración posterior. Hubo mejores semblantes cuando los tres representantes de Alemania firmaron la rendición incondicional en 1945. Incluso el que se suicidó horas después parecía más optimista que las dos figuras envaradas y circunspectas que están posando para El Greco mientras el chasquido de las cámaras y el runrún de la moqueta delata la aglomeración situada frente a ellos. Ambos suman 208 escaños de una cámara donde bastan 176 para designar presidente de Gobierno. La alternativa es lograr la investidura con un batiburrillo de aldeanos liliputienses conjurados para derribar el régimen constitucional y por sus hechos los conoceréis: cuatro de los partidos con los que negocia el PSOE exigen referendums de autodeterminación en sus demarcaciones autonómicas. Salvo el estado de guerra, no hay razón más urgente para un gobierno de concentración que la amenaza a la integridad territorial del Estado. A despecho de esta circunstancia, vence la inagotable capacidad autodestructiva de los españoles, que es causa o consecuencia, ustedes mismos, del mucho más inagotable sectarismo de sus políticos.

martes

LA RELATIVIDAD DEL TIEMPO

Un paréntesis artístico. Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos. Acabo de ver El irlandés, una impecable crónica mafiosa en la que Scorsese reúne a Robert de Niro, Joe Pesci y Al Pacino como titanes de un reparto atestado de secundarios inconfundibles. Los críticos dicen que la película sigue la estela técnica de Uno de los nuestros y Casino, otras dos incursiones en el hampa con abundantes planos-secuencia y saltos cronológicos, llamados flashbacks en el argot cuando la acción retrocede en el tiempo. Scorsese construye la película sobre un flashback inicial (Robert de Niro evocando su vida en la residencia de ancianos), pero a su vez crea otro flashback dentro del primero, con lo que hay tres Robert de Niro y dos Joe Pesci, su padrino. De Niro y Pesci tienen 76 años decentemente llevados pero no hasta el punto de ser rebajados verosímilmente sin auxilio estético. Aquí comienzan los problemas: son dos momias. Ignoro si el maquillaje sigue recurriendo a los potingues o basta un programa de ordenador, pero el paradójico resultado del elixir es que los ha embalsamado en lugar de rejuvenecerlos.

miércoles

LO QUE IMPORTA

La diferencia esencial entre los espectadores futboleros de un pub inglés y los de un bar español es que los primeros beben más y gritan menos que los segundos. Esto me hizo abandonar hace años la costumbre de ver los partidos en multitud, aunque esta noche la he recuperado por motivos estrictamente sociológicos. ¿Sería un Barcelona-Real Madrid contaminado por el guirigay independentista y los parroquianos se enzarzarían en recriminaciones políticas antes que deportivas? Han bastado cinco minutos de prolegómenos para descartar la amenaza: superando la división de colores, la aparición de un par de pancartas ha provocado la unanimidad irreproducible del respetable. Siempre proclives a la reyerta, un penalty es un pretexto insuperablemente más digno para el español arquetípico que una insignificante rebelión. Esta mañana he leído que el interés en las redes sociales de los españoles por el fútbol es del 70%. Un experto ha constatado que este porcentaje quintuplica el del interés por los seguros, las ONG, los toros o el chocolate. Son cuatro ejemplos heterogéneos que ilustran la coyuntura: la trifulca era mucho más probable por culpa del VAR que del «tsunami».

jueves

EL SUEÑO CAPICÚA

Leo en este periódico un titular esperanzador: Una vidente augura que el Gordo se ha vendido en Alicante. La vidente se apellida muy adecuadamente «Altagracia» y reside en Xinxo de Limia, un pueblecito orensano que cuenta con una única administración de lotería. Tantos nombres pintorescos acentúan el aroma a cuento navideño traspapelado entre noticias sombrías. Elsa Altagracia posee un historial envidiable de premoniciones certeras según el lotero del pueblo, el único a quien incuestionablemente le toca la lotería cada año gracias a Elsa, y cita que en 2017 Elsa soñó con el número del Gordo que después resultó ser el segundo premio. Es un precedente inatacable y el motivo de que los alicantinos estemos involucrados este año en sus profecías es que Elsa creía que el Gordo terminaría en 39 pero estos últimos días ha sentido una «fuerte atracción» por el 86.098, que se ha vendido en administraciones de la provincia. Me gusta jugar sobre seguro y por ello he comprado ambas terminaciones, aunque me pregunto con cierta inquietud por qué Elsa Altagracia todavía no es rica.

viernes

TARARÍ

Un estudioso concienzudo ha recopilado en Fundéu las 95 onomatopeyas más utilizadas, esas palabras que imitan o recrean el sonido de la cosa o acción nombrada desde el repugnante «puaj» al imparable «tic tac». Traigo esto a colación porque la noticia de que el tribunal de la UE ha estimado un recurso de Junqueras sobre su inmunidad como europarlamentario ha sido recibida por agoreros y secuaces con un ruidoso «tatatachán», que es la onomatopeya preceptiva en situaciones de suspense. En realidad, el resultado del recurso es irrelevante para Junqueras, ya condenado, y concierne mucho más a los dos prófugos que obtuvieron acta de eurodiputados. Oh. Uno de ellos es Puigdemont, una figura patética cuya fortuna oscilará durante lustros entre los tribunales belgas y las cárceles españolas. Ay. Lógicamente, Puigdemont intentará rentabilizar el flamante precedente, con lo que la soporífera letanía judicial del procés incorpora un nuevo capítulo: suplicatorio del Tribunal Supremo al Parlamento europeo. Uf. Esto hace más tragicómica la figura de Junqueras, que no solo está purgando pecados propios y ajenos, sino que ahora también suministra armas jurídicas al desertor. Zas.