Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tierra de nadie

Un respiro

El talento político exhibido por Marcos de Quinto solo es comparable al olfato de jefe de personal demostrado por Rivera a la hora de captarlo para su partido. Viniendo del mundo de la empresa, se le podía presumir astucia económica, pero quién iba a imaginar que debajo de esas mañas financieras pudiera esconderse un humanista. Frente a la zafiedad que con tanta frecuencia soportamos en las redes sociales, el exempresario muestra una brillantez retórica fuera de lo común. Es difícil encontrar en Twitter mensajes más aseados que los suyos. Y no solo aseados en lo gramatical: son imaginativos también, son cultos y herederos de las mejores tradiciones retóricas de Occidente. No es extraño que llamen la atención porque brillan como diamantes en un estercolero. Este hombre, si no le cortan las alas, asombrará a España con una elocuencia en la que la sensatez y el buen gusto resultan milagrosamente compatibles con una voluntad transgresora que se agradece en tiempos de desmedida corrección política. Habrá, no obstante, seguidores de Ciudadanos a los que De Quinto pueda resultar ñoño porque hay quien confunde la educación con la mojigatería. Que se lo hagan ver.

Ahora sí que nos encontramos de verdad frente a una conjunción planetaria: Trump en América, Salvini en Italia, Quinto en España. La Historia es caprichosa. Tras décadas de sequía neuronal, coinciden de súbito tres lumbreras, tres, que nos hacen concebir esperanzas en el futuro de la especie. Hay más, del mismo modo que hubo otros coetáneos de Franco o Mussolini dignos de mención, pero es que un trío, en los tiempos de escasez que corren, nos parece una multitud. Acabamos de leer, por cierto, que un pelotari vasco-francés, de nombre Bixente Larralde, ha saltado a la fama por arrancar la cabeza de un mordisco a un gallo y escupirla entre risas frente a un público selecto (búsquese en YouTube o cercanías). Cabe imaginar que estará ya recibiendo importantes ofertas de los partidos políticos que no supieron apreciar en su día las cualidades de don Marcos. Cierren, pues, la boca los pesimistas antropológicos. La realidad está llena de señales de que vuelven banderas victoriosas al paso alegre de la paz. O de lo que sea, pero vuelven. ¿Es o no es un respiro?

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats