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Joaquín Rábago

Borrell parece más preocupado por el relato chino que por la realidad europea

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, parece más preocupado por el relato que hace China de su éxito contra el coronavirus y la prestación de ayuda a otros países que por la realidad europea.

El político socialista español publicó recientemente en la web de su departamento unas reflexiones personales que tituló "La pandemia del coronavirus y el nuevo mundo que está creando".

"A veces se dice que la guerra no se gana con tácticas o incluso con estrategia, sino con logística y comunicaciones. Esto parece ser también cierto en el caso del Covid-19", escribe Borrell.

Y añade: "Quien mejor organice la respuesta, aprovechando rápidamente las lecciones aprendidas en todo el mundo y comunicándose con éxito con los ciudadanos y el mundo en general será el más fuerte".

Acusa Borrell a China de encubrimiento en un principio de información crucial por parte de funcionarios chinos y de estar ahora "impulsando agresivamente el mensaje de que, a diferencia de EEUU, es un socio responsable y fiable".

En la batalla de los relatos, sostiene, "también hemos visto intentos de desacreditar a la UE como tal y en algunos casos se ha estigmatizado a los europeos como si todos fueran portadores del virus".

Según aquél, la lentitud con la que el régimen chino respondió al brote del coronavirus contrasta con la rapidez con la que empezó a presentarse como un país benefactor a escala internacional tan pronto como logró contener el contagio en su interior.

La presidenta de la Comisión Europea, la cristianodemócrata Ursula von der Leyen, no se ha mostrado, al menos en público, crítica, sino todo lo contrario, con Pekín, a diferencia del veterano socialista español.

La política alemana expresó a los dirigentes chinos su "gran agradecimiento por su apoyo" a Europa como contrapartida a la ayuda que la UE prestó a China en el momento álgido de la epidemia del coronavirus en el país donde surgió el brote epidémico.

Borrell reprocha en efecto al Gobierno chino que trate de sacar ventajas propagandísticas de la ayuda que ahora presta a los europeos y que beneficia por cierto también a España. Pero ¿acaso no ha hecho lo mismo siempre Estados Unidos?

Un país, este último, que bajo su actual presidente, el ególatra Donald Trump, sólo parece pensar en sus propios intereses sin que parezcan importarle lo demás, como ha demostrado tanto en su trato con los aliados de la OTAN como en la actual crisis sanitaria.

En interpretación del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, el mensaje de Borrell parece tener también como destinatario a su propio servicio exterior, donde existe desde 2015 un grupo de trabajo encargado de seguir las campañas de desinformación sobre Europa tanto en redes sociales como en los medios tradicionales.

Según esos rastreadores de los mensajes con frecuencia falsos que circulan actualmente por todos los medios, se está imponiendo la idea de que la Unión Europea no es capaz de ayudar a sus miembros en casos de emergencia, por lo que éstos se ven obligados a recurrir a la ayuda exterior.

Es cierto, como afirman los corresponsales occidentales destacados en Pekín, que el Gobierno chino utiliza el envío a Europa de mascarillas y demás material protector como propaganda ante sus propios ciudadanos, pero ¿qué ha hace mientras tanto EEUU?

Su presidente no sólo intentó, por fortuna sin éxito, comprar un laboratorio alemán que desarrolla una vacuna contra el coronavirus para su explotación exclusiva en EEUU sino que sigue sometiendo a un embargo implacable a uno de los países que más está sufriendo la pandemia: su archienemigo Irán. ¿Y de esto no nos escandalizamos?

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