En estos tiempos de crisis pandémica, cuando las grandes empresas dejan de ganar como acostumbran y se ven obligadas a lidiar con duras situaciones entonces se acuerdan de que existe un Estado y ahí van a pedir ayudas para seguir su actividad. Esto que parece loable y comprensible no deja de ser curioso cuando la queja viene de empresas que si pueden evitan pagar impuestos en España lo hacen, si pueden rebajan los costes laborales los rebajan y así sucesivamente. Cuando ganan millones y millones no se les oye, silencio.
Iberia y Air Europa han puesto el grito en el cielo contra las pocas o ninguna ayuda que el estado les está prestando. Que una empresa como Iberia rescatada cuando era de todos los españoles por el papa estado, por cierto, rescate por una gestión muy discutible (un piloto de Iberia ganaba 25 millones de aquellas pesetas y un vuelo a Londres ida/vuelta podría costar 80.000 pesetas) ahora que es del holding inglés y que pertenece a sus accionistas pues no lo veo muy claro que pidan ayudas sobre todo en la cuantía que hablan. O sea que los beneficios para mí y las perdidas las pagamos entre todos. Se os ve el plumero.
