En esta época en donde la mediocridad se ha instalado en nuestra sociedad, desde el ámbito político al televisivo, (salvo raras excepciones), y en donde se rinde culto tanto a "youtubers" e "influencers" de medio pelo como a programas en la pequeña pantalla que, vacíos de contenido, campan a sus anchas en busca de más carnaza para retroalimentarse siempre nos queda la opción de poder leer un libro y así escapar de lo que nos rodea. La lectura es nuestra tabla de salvación, nuestro oasis particular. Pues bien, que sirvan estas palabras para homenajear, humildemente, al creador de uno de estos oasis que se ha secado para siempre€ el escritor Carlos Ruiz Zafón. Parafraseando a Miguel Hernández: "¡Qué sencilla es la muerte, qué sencilla pero qué injustamente arrebatada! No sabe andar despacio, y acuchilla cuando menos se espera su turbia cuchillada".
La Bernarda, Fermín, Daniel y la familia Sempere al completo le buscarán una cripta en el Cementerio de los libros olvidados, quizá el mejor sitio para honrar su recuerdo y memoria. D. E. P.
