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Jonatan Molina

Para madres & padres

Jonatan Molina

¿Un videojuego para mejorar el déficit de atención?

El pasado 20 de junio saltó la noticia a los medios de todo el mundo de que la Food and Drug Administration o FDA, organismo oficial del gobierno de los EE UU, ha aprobado un videojuego como tratamiento para niños de 8 a 12 años con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Este videojuego, llamado EndeavorRx, consiste en pilotar una especie de nave a través de diferentes entornos como junglas, paisajes helados o volcanes en erupción. Para que fuera aprobado como tratamiento para el TDAH, EndeavorRx tuvo que demostrar su eficacia a través de un estudio con 348 niños con TDAH, de los cuales el 36% mostró mejorías significativas en las pruebas de atención tras jugar 5 días a la semana durante 4 semanas.

Este videojuego obliga a mantenerse concentrado durante la sesión de juego a la vez que siguen instrucciones que el videojuego va planteando para poder conseguir los niveles. Dos cuestiones estas, la de mantenerse sentado y seguir instrucciones, que se plantean diariamente en el aula y en las que normalmente los niños con TDAH presentan dificultades. Es precisamente este punto el más polémico acerca de este videojuego, y en general de todas las intervenciones basadas en las nuevas tecnologías para tratar diferentes problemas en población infanto-juvenil.

Un videojuego es una plataforma muy motivante debido a que generalmente utiliza técnicas basadas en la modificación de conducta diseñadas para aumentar el placer experimentado por jugar, como por ejemplo bucles de recompensa con razón fija e intermitente, estímulos visuales y auditivos potentes, objetivos a cumplir dentro de un breve margen de tiempo y penalizaciones para potenciar el autocontrol, etc.. Todas estas características de los juegos le dan un componente muy apetecible (no hablamos de que sean adictivos), siendo los niños con TDAH mucho más sensibles a todas estas características.

¿Pero estar atentos a un videojuego hará que estén atentos en clase? Probablemente no. De hecho, en el estudio de EndeavorRx los niños mostraron mejorías en pruebas de atención, pero no se midió si tras el tratamiento las mejoras atencionales también se mostraron en casa o en la escuela. Este es el principal problema de los videojuegos como herramienta terapéutica: la generalización no se consigue y por tanto el niño solo mejora su atención en aquellas tareas que se parezcan al formato del videojuego.

En muchas ocasiones, los niños que acuden a nuestras consultas presentan problemas complejos que requieren intervenciones también complejas, lentas y que implican no solo al niño sino también a la familia, la escuela, etc. El tratamiento a través de los videojuegos abre una peligrosa puerta que nos lleve a centrar el problema directamente en el niño, cuya solución es «enchufarlo» al videojuego. Esto puede hacer que las familias se desvinculen de los tratamientos, lo cual es tremendamente negativo para estos niños. Vivimos en la sociedad de lo inmediato, del aquí y del ahora, pero eso choca frontalmente con los tratamientos que son efectivos en trastornos de curso crónico como el TDAH.

Así que madres y padres, si acudís a un centro por un problema de vuestros hijos y os prometen soluciones rápidas y solo centradas en el niño, dudad. El bienestar emocional y la salud mental de vuestros hijos no es ningún juego.

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