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Las consecuencias del estrés

La importancia de tomar el control de nuestra propia vida

El estrés se ha convertido en una dolencia, tan común en nuestra sociedad, que casi hemos llegado a obviarla. Pero lo cierto es que tiene serios efectos sobre la salud ¿Y cómo la afecta? Pues, veamos: subidas de presión arterial. Antojos repentinos de azúcar o comidas grasas. Aumento de peso; varios estudios han demostrado que cuando hay niveles de estrés y cortisol altos, el cuerpo estimula el almacenaje de grasa, particularmente, en la parte baja del abdomen. Cardiopatías; las enfermedades coronarias son más comunes en las personas estresadas crónicas. Insomnio. Jaquecas; el estrés hace que el cuerpo segregue sustancias químicas, como la adrenalina y el cortisol y estas pueden causar cambios vasculares que provocan jaqueca o migraña. Memoria; el estrés crónico reduce la memoria espacial, la que ayuda a recordar espacios y relacionar objetos. Perdida de cabello. Puede provocar aumento de parto prematuro. También afectar al desarrollo del cerebro del feto. Ardor de estómago, calambres estomacales, diarrea. Función cerebral; puede reducir la cantidad de tejido en regiones del cerebro que regulan las emociones y el autocontrol. Envejecimiento prematuro. Puede acortar los telómeros, cubiertas protectoras al final de los cromosomas de las células; al acortarse, las células envejecen más rápido y mueren más jóvenes, contribuyendo al envejecimiento prematuro y a una esperanza de vida más corta. Debilidad del sistema inmunológico. Disminución del deseo sexual… ¡Buaff! La verdad es que me he estresado con tantos síntomas negativos. Señoras y señores, con todo esto, no solamente nos sentimos incómodos, sino que las relaciones sociales y el rendimiento profesional, caen por los suelos. Experimentamos y vivimos la vida como un verdadero caos. Por si fuera poco, la reacción más corriente suele ser la de concentrarnos en las condiciones externas, agregando que todo se arreglará cuando tengamos un empleo estupendo, o nos toque la lotería, o cuando nos jubilemos… Pero, desafortunadamente, las cosas no suelen suceder de esa manera. Los mismos problemas van a salir a la superficie, en otras situaciones. Sencillamente, porque el desorden está en nosotros. Por no saber afrontar las situaciones. Por eso, tenemos que aprender a tomar el control de la propia vida, dirigiendo la atención hacia nuestro interior, con el fin de identificar las emociones, utilizando las que nos capacitan, porque van a constituir una poderosa herramienta para alcanzar nuestro potencial más elevado ¿Y cómo podemos hacerlo? Para otra semana, pues hoy me he quedado agotada con tanto síntoma negativo. El estrés se ha convertido en una dolencia, tan común en nuestra sociedad, que casi hemos llegado a obviarla. Pero lo cierto es que tiene serios efectos sobre la salud ¿Y cómo la afecta? Pues, veamos: subidas de presión arterial. Antojos repentinos de azúcar o comidas grasas. Aumento de peso; varios estudios han demostrado que cuando hay niveles de estrés y cortisol altos, el cuerpo estimula el almacenaje de grasa, particularmente, en la parte baja del abdomen. Cardiopatías; las enfermedades coronarias son más comunes en las personas estresadas crónicas. Insomnio. Jaquecas; el estrés hace que el cuerpo segregue sustancias químicas, como la adrenalina y el cortisol y estas pueden causar cambios vasculares que provocan jaqueca o migraña. Memoria; el estrés crónico reduce la memoria espacial, la que ayuda a recordar espacios y relacionar objetos. Perdida de cabello. Puede provocar aumento de parto prematuro. También afectar al desarrollo del cerebro del feto. Ardor de estómago, calambres estomacales, diarrea. Función cerebral; puede reducir la cantidad de tejido en regiones del cerebro que regulan las emociones y el autocontrol. Envejecimiento prematuro. Puede acortar los telómeros, cubiertas protectoras al final de los cromosomas de las células; al acortarse, las células envejecen más rápido y mueren más jóvenes, contribuyendo al envejecimiento prematuro y a una esperanza de vida más corta. Debilidad del sistema inmunológico. Disminución del deseo sexual… ¡Buaff! La verdad es que me he estresado con tantos síntomas negativos. Señoras y señores, con todo esto, no solamente nos sentimos incómodos, sino que las relaciones sociales y el rendimiento profesional, caen por los suelos. Experimentamos y vivimos la vida como un verdadero caos. Por si fuera poco, la reacción más corriente suele ser la de concentrarnos en las condiciones externas, agregando que todo se arreglará cuando tengamos un empleo estupendo, o nos toque la lotería, o cuando nos jubilemos… Pero, desafortunadamente, las cosas no suelen suceder de esa manera. Los mismos problemas van a salir a la superficie, en otras situaciones. Sencillamente, porque el desorden está en nosotros. Por no saber afrontar las situaciones. Por eso, tenemos que aprender a tomar el control de la propia vida, dirigiendo la atención hacia nuestro interior, con el fin de identificar las emociones, utilizando las que nos capacitan, porque van a constituir una poderosa herramienta para alcanzar nuestro potencial más elevado ¿Y cómo podemos hacerlo? Para otra semana, pues hoy me he quedado agotada con tanto síntoma negativo.

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