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La marcha del emérito Rey

Acabo de enterarme por INFORMACIÓN, vía internet, de la carta que el rey emérito Juan Carlos I, supuestamente implicado en el delito fiscal de blanqueo de dinero por comisiones recibidas y no declaradas de 100 millones de dólares, entre otras cosas, depositados en bancos suizos, a través de una enmascarada red de empresas con el fin de despistar a la justicia con esta organizada trama.

La carta que manda a su hijo, el heredero de su corona y actual rey de España Felipe VI, ha sido un atentado a mi inteligencia, a mi sentido común y a mi condición de español. Dicho ciudadano dice que se va de España, para mí de rositas y sin devolver lo que debería haber pagado al fisco. Entre otras cosas dice: "Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen", "te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España...una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona".

Me siento impotente, ofendido y cabreado por lo que dice y por lo que, supuestamente, ha cometido. Ahora se quiere ir autorizado por su hijo, por los políticos y por la justicia haciéndolo forrado a países sin convenio de extradición, por si acaso, donde pueda vivir plácidamente con sus "amigos y amigas" con un saludo de brindis diciendo: "Va por ti, mi querida y leal España". Manda huevos.

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