En Urbanova hay un grave problema con la ristra de ¡10! contenedores que las necesidades, y el servicio, han ido colocando inmediatos a nuestras viviendas, en la calle Músico Juan Latorre Baeza 2-4.
Por supuesto, aparte del desagradable impacto estético, vivimos con un perenne problema de olores, que durante el verano se agrava, como sabrá cualquiera que haya vivido cerca de un contenedor de basuras.
Y ruidos, desacompasados estruendos provocados por los vertidos de cristales, constantes a partir de las 11 de la mañana. Peor llevamos la sinfonía de la siesta: entre a las 16 y las 17 horas, llegan los bares a descargar los cristales de la comida.
A la noche, entre las 23 y las 2.30 horas de la madrugada, los bares colindantes comienzan su sinfonía, descargan las botellas provocando estruendos intolerables. Se trata de un uso casi industrial en una zona residencial.
Desde la comunidad de vecinos se ha amonestado oralmente y por escrito hasta rayar lo vergonzoso a los propietarios de los establecimientos. Y nada, como si la música no fuera con ellos.
Se ha llamado a la Policía Local para denunciar los hechos. Y nada, que la música tampoco les calaba.
Se ha escrito reclamaciones al Ayuntamiento para cambiar de ubicación los contenedores. Y ellos con su música... y a su ritmo.
Además, como muchos barrios alicantinos, cada 6-8 días tenemos la tamborrada alicantina cortesía del camión de reciclaje de vidrios, contratada en exclusiva entre las 4 y las 6 de la madrugada. Su excelente armónico atentando de manera flagrante contra el descanso de los vecinos, las ordenanzas municipales del Ayuntamiento, y los derechos humanos.
Estamos hartos: ¿¡Qué podemos hacer para que nos cambien de una vez la música!?
