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Valentín M. Medina

Solmáforos, plantas de abonos y georradares

Nos cerraron «puticlus» por los contagios de coronavirus -¡ya me contarán los infectados cómo explicaron a sus parientas que podían tener el bicho y que «nesesitaban» hacerse pruebas para ver si lo suyo fue por casualidad (Polvo en el viento, que cantan los Kansas) o por el fornicio impulsivo/descontrolado que les produjo El calor de la barra de un bar! (Gabinete Caligari).

Me recuerda aquella peli en la que a los clientes de un lupanar, con el alcalde del pueblo a la cabeza, les toca la lotería que vendían las meretrices y, cuando se enteran sus parejas/compañeras/novias/esposas les controlan -incluso montando guardia noche y día- para ver si sus «chicos» ingresaban los boletos premiados en alguna entidad, lo que les delataría como clientes del tugurio y «puteros». Otros, en un ataque de iniciativa -que nunca está mal-, montaron «solmáforos» a la entrada de las playas para ver que los bañistas ni se quemasen ni se hicieran «pupita en el diodeno», que diría Chiquito de la Calzada, o utilizarán «georradares» para encontrar vestigios de nuestros ancestros -nada que ver con «la memoria histórica»-. La cosa está en desenterrar piedras -Edad de Bronce- en Los Saladares, yacimiento del Ayuntamiento de Orihuela, que trabajará codo con codo con «su universidad de referencia» -la de Alicante, no la UMH- y eso que «el secarral» ha estado mogollón de años olvidado por «to Dios». Ahora se quiere poner en valor, como lo demuestra el hecho de que, según se dice, podrá visitarse en cuatro años. Se persigue algo parecido a la Alcudia, en Elche, donde el abuelo de mi ex compañero de colegio Manolo Campello descubrió el busto de la Dama. ¡Eso son otros «luises»!. ¿Y los vestigios de la antigua muralla descubiertos en la calle Hospital?. ¡Na, otro georradar «pa» datarlos y arreglao!.Nuestro Cómodo -rey de la raza calé, musa de Jorge Luis Borges y de Prosper Merimé- hace cosas porque sí «y punto pelota». Mío Cid ha hecho suya la máxima de Manolo Fraga, «la calle es mía», lo que pasa es que, al contrario que al ex ministro franquista y fundador, primero de AP y luego del PP, a él «no le cabe el país -ni Uryula- en la cabeza», aunque, como dijo Aznar cuando se buscaban las armas de destrucción masiva que, según Busch, Toni Blair y él mismo, tenía Saddan Hussein en Irak, «trabaja en ello, toda la noche» (poner acento tejano para hacer más auténtica y country la frase), y, según me cuentan, espera conseguirlo con el tiempo. Imperator Oriolensis, junto con su lugarteniente Máximo, se ha propuesto pasar a la historia de Uryula y a poco que se alineen los astros lo conseguirá. ¡Santiago y cierra España!.Para ser sincero, yo no he visto/leído el «bando municipal» en el que, según me dijeron/contaron, nuestro comandante en jefe «prohibía pasear por las playas de Orihuela a partir de la 1 de la madrugada». La legislación vigente recoge que un bando «no es un instrumento de carácter normativo», pero en determinados casos, «bien por lo extraordinario de las circunstancias o bien por la habilitación expresa de una ordenanza municipal» puede regular cuestiones concretas que son de competencia municipal, pero «sin ir más allá de aspectos informativos u organizativos». La cosa es que solo Costas puede prohibir pasear por las playas, porque el consistorio se atribuiría competencias sobre las que no tiene ascendencia. No sé si entendí lo que me explicó mi abogado roquero y, consecuentemente, no sé si lo he dicho bien para que «me se» entienda. Y entremedias se ha «colao» otro político, Miguel Ángel Fernández «Cánovas» -fue concejal de Medio Ambiente en la pasada legislatura-, que, parece ser, se ha metido «en un lío», junto con el ex alcalde de Jacarilla, Joaquín Roch. Resulta que han redactao/firmao un proyecto -son Ingenieros Agrónomos- para la puesta en marcha, en el entorno de Sierra Escalona, de una planta para la elaboración de abono (concretamente en una parte de los terrenos que gestionaron Ángel Fenoll, primero, y Enrique Ortiz, después, y en los que se pretendía ubicar un vertedero comarcal en Torremendo). ¡Santa Madonna! Trabajemos en «solmáforos» y «georradares» y no nos metamos en camisas de once varas. ¿Tú qué dises?

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