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Justo Gil Sanchez

Vivir fuera del rebaño

En una sociedad domesticada y acritica es necesario remover conciencias para tener autonomía con el fin de saber interpretar y decidir libérrimamente. No convertirse en un muñegote es el objetivo. La libertad no es una simple afirmación teorizante, sino la culminación de la praxis en la realidad que pisas. Se tiene libertad para ejercerla, no para meterla en el ropero cual vestido o traje. Necesitamos la libertad para pensar por nuestra propia cuenta. Ser uno mismo es la clave de la autorrealización. La libertad es un trozo de nuestra dignidad. Pero muchos, siendo libres, están como encerrados dentro de si mismo, con rejas incluidas. El sabio (humanista y economista) Jose Luis Sampedro, ya nos decia que “A veces es más libre el que está en la cárcel, si tiene un pensamiento más libre que su carcelero”. Chapeau. No necesita ninguna complementacion.

Quiero traer a colación el divertido poema de George Brassens, titulado “la mala reputación”, cantado también por nuestro cantautor Paco Ibáñez. Este poema pretende dar titulo al articulo que vomito. La letra del poema señalaba que “Haga lo que haga es igual/, Todo lo consideran mal/. Yo no pienso pues hacer ningún daño/ Queriendo vivir fuera del rebaño.

En tan divertido y satírico poema Brassens señalaba que a la gente (o al poder, añado) no le gusta que cada uno tenga su propia fe, porque todos le miran mal. En esta poesía se venia en destilar toda una carga de ironía y mordacidad reivindicando el ser uno mismo, digan lo que digan, mascullen lo que mascullen, porque lo importante es tu identidad. Ya lo decia Gabriel Celaya – frente a los que tenían una visión alicorta sobre las rimas- “la poesía es un arma cargada de futuro”. Y a fe que si; ahí estan Miguel Hernández, Alberti, Lorca, Machado, José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer, etcétera. Todos ejercieron su libertad – y por eso muchos fueron represaliados- y nos dejaron su enseñanzas y legados de los que aprendemos diaria y cotidianamente.

Aprendemos para ayudar a transformar. Y la juventud comprometida tiene que recoger ese testigo. Tiene que prepararse concienzudamente para asumir papeles importantes en la sociedad que les ha tocado vivir. No tienen derecho a abdicar. Eso sería el peor síntoma de pura debilidad.

Tal es la importancia de la poesía que en el año 1999 la UNESCO proclamaba el día 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía. En Europa se le conoce como la primavera de los poetas. Con el reconociendo mundial de este día poético se pretende impulsar y proyectar la divulgación de la literatura en general, y la poética en particular.

Vivimos un mundo arisco y dividido, y es precisamente la literatura y la poesía un punto de encuentro, a modo de cruce de veredas. Dulcificar la vida es la teleología. Alguien decia que la lectura es una especie de viaje de los que no pueden tomar el tren. Creo que es algo asi como una conversación directa con quienes han escrito esa prosa o esas rimas, aproximándote a sus vidas y vivencias. La cercanía en el pensamiento del autor es la consecuencia de la lectura.

Posar sobre el papel y desnudar tus sentimientos es un ejercicio sublime de libertad, aunque lo que digas no pretenda la aceptación. No importa. Lo trascendente es el ejercicio de tu autonomía, diciendo, señalando, criticando, creando, refutando, pero siempre, siempre, desde el respeto. 

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