La repentina ausencia del médico Joaquín Serrano Vera nos ha dejado un vacío y, sin duda, un sentimiento de dolor al no poder compartir ya las diversas realidades cotidianas. Joaquín era una persona honesta, íntegra y, sobre todo, generosa con todos los que, por algún motivo, tenían una relación con él.

Ya fuera en la consulta de traumatología, donde tantos enfermos le tenían devoción (tras las sesiones de quimio, seguía atendiendo a enfermos que le solicitaban); al frente de los servicios médicos del Elche Club de Fútbol, donde hizo una magnífica labor durante muchos años; o como presidente en la Junta Rectora del Patronato del Misteri, donde a su proverbial generosidad se unía su entusiasmo y su capacidad conciliadora, lo que propició importantes logros para nuestro Misteri d´Elx: como la proclamación por la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad (en el año 2001) y la Ley del Misteri d´Elx, promulgada por las Corts Valencianes (en el año 2005).

Esta imagen externa y más conocida de Joaquín Serrano estaba apoyada en un fundamento sólido: un sentido de la responsabilidad que excedía lo convencional, tanto en las implicaciones más corrientes del día a día (entre ellas, su vida de fe como cristiano coherente), como en la realidad familiar que era su guía y referencia diaria.

En estos ámbitos, se llenaba Joaquín Serrano de una fortaleza (en forma de buen humor, optimismo, serenidad, gratitud, confianza…), que después derrochaba, con gran naturalidad, entre las personas que tenía más cerca.

Así le hemos visto los que hemos tenido la suerte de tratarle.

Últimos días

Me consta que, durante los últimos días cuando la enfermedad apretaba de forma durísima, Joaquín no perdió su actitud habitual, la que siempre hemos conocido, ya que con entereza y una leve sonrisa se disponía a abrazar –con una fe recia- la nueva vida que, impaciente, acudía a la cita.

Junto a la tristeza por la ausencia de este gran amigo, nos queda el recuerdo nítido de su vida: la de un hombre ejemplar, un ilicitano cabal, que siempre recordaremos con alegría.

Descanse en paz.