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Joan Antoni Oltra Soler

El debate de política general debe concretarse en hechos

Estos días, en Les Corts Valencianes se está realizando el debate de política general de la Comunidad Valenciana. Se hace todos los años y en él se trata de que el Consell presente su visión sobre cómo cree que está nuestra Comunidad y los proyectos de futuro que tiene para mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía. Y, lógicamente, desde la oposición se le cuestionarán sus planteamientos y se deberán presentar propuestas alternativas para que sean, unas y otras, votadas en el pleno.

El debate de este año, como es obligado, está muy condicionado por la realidad de la pandemia del coronavirus. Sus efectos han sido catastróficos y aún no sabemos ni cuándo ni cómo podremos vencerlo definitivamente.

Es lógico que todos los problemas que esta situación nos ha evidenciado deban ser prioritarios a la hora de plantear actuaciones futuras.

Y así parece haberlo entendido el actual Consell al anunciar una serie de medidas ambiciosas en los temas sanitarios, sociales, educativos, de infraestructuras, modernización tecnológica, etc. Pero estos anuncios hay que acompañarlos de realidades. No sería aceptable que, una vez superada esta situación, constatemos que gran parte de ellos se han quedado en meros enunciados. Ya ha pasado en reiteradas ocasiones y la ciudadanía exige concreción y menos «cantos de sirena».

El proyecto que ha presentado Ximo Puig es muy llamativo y es de suponer que habrá voluntad política de llevarlo a cabo. Lo ha llamado Estrategia Valenciana para la Recuperación y abarca hasta 410 actuaciones, con una inversión de 21.134 millones de euros en el período 2021 al 2027. El plazo supera la duración de la actual legislatura y la disponibilidad económica depende de que lleguen fondos estatales, europeos, etc. O sea, algo fácil de prometer pero complicado de cuadrar. Pero se ha comprometido a ello y debe trabajarse para conseguirlo. Es cierto que, visto desde Elx, donde nos prometió hace años que nos compensaría con 43 millones de euros por los terrenos que tuvimos que pagar por la UMH y aún no lo ha hecho, cuesta un poco más creer en estas cosas.

Entre las actuaciones anunciadas, en infraestructuras viarias, destaca las que hace referencia a potenciar ampliaciones de línea en FGV. Reforzar los medios públicos de transporte, haciéndoles más sostenibles, cercanos y con mejores prestaciones se ha demostrado muy necesario con esta crisis. Ha propuesto invertir 640 millones de euros en ello. Entre las actuaciones previstas están varias en la ciudad de València, así como construir una nueva línea del TRAM para unir Alicante ciudad con el Hospital de San Juan y la redacción del proyecto para enlazar el tranvía hasta la estación de RENFE en Alicante. Son proyectos interesantes. Hasta ahora no se ha anunciado nada, en este aspecto, para Elx, tercera ciudad del País Valenciano. Es necesario que nuestra ciudad también tenga derecho a la implantación de un medio de transporte, moderno y ecológico, como el tranvía en su trama urbana y para comunicar con polígonos industriales, ahorrando multitud de viajes diarios en coche, con los problemas de todo tipo que ello ocasiona. Es una lástima que no se nos haya tenido en cuenta, otra vez, en este tema a la hora de anunciar propuestas de futuro. Debe exigirse su atención.

Del tema ferroviario también hay que exigir soluciones para la mayoría de la población que lo utiliza. Estos días era noticia, de nuevo, la crítica situación de la línea de cercanías Alicante-Elx-Murcia. El diario INFORMACION publicaba que, según el informe de gestión anual de Renfe, correspondiente al ejercicio 2019, dicha línea ha tenido 3.461.800 pasajeros, lo que supone un 2,2% menos que en 2018. Ha tenido la bajada más grande de todas las líneas de cercanías españolas. Y si recordamos que, en 2012, la línea era utilizada por más de 4.675.000 pasajeros, se podrá comprobar la preocupante curva descendente. En todo este tiempo las promesas para mejorar la línea dan para llenar un tren, pero la realidad es otra. Las unidades motoras son viejas (1982), contaminantes, incómodas, escasas, atestadas en hora punta, etc. Y la línea sigue como en el siglo XIX: vía única, sin electrificar, con fondo de saco en San Gabriel, sin conexión con el aeropuerto, etc. Comprométanse, de verdad, a incluir la modernización de esta línea. Que aquí no perdamos el tren, otra vez.

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