Ha fallecido Vicente Gimeno Sendra que fue magistrado del Tribunal Constitucional y catedrático de derecho procesal, así como autor de varios textos jurídicos que son un referente universitario. Vicente Gimeno ha sido el primer jurista español que introdujo todos los principios en nuestro derecho procesal. Así, consagró el principio de igualdad entre las partes, el de publicidad, no causar indefensión, eficacia de la justicia que lleva consigo la simplificación de la instrucción (procesos rápidos), el principio de discrecionalidad, y la participación popular. Si bien era partidario del jurado, lo era del jurado mixto o escabinado, junto con miembros no juristas debía tener jueces u otros juristas, y no del jurado puro de sistema anglosajón que se impuso finalmente. Pero en el sistema anglosajón el jurado simplemente declara la inocencia o culpabilidad del acusado, en cambio en nuestro derecho se exige la motivación de la decisión lo que conlleva gran dificultad para unas personas que no son juristas. Igualmente predicaba que es una anomalía el juez de instrucción ya que el juez debe ser árbitro imparcial y sólo debe ser garante de los derechos de los ciudadanos, por lo que debería llevar la instrucción el ministerio fiscal, si bien modificando el sistema tan riguroso de jerarquía de la fiscalía. Y parece que hay un anteproyecto de ley en este sentido.
Aunque nacido en un pueblo de Valencia, su vinculación con Alicante siempre ha sido muy grande, Profesor de la Universidad de Alicante, director de la Escuela de Práctica Jurídica de esta ciudad, miembro del patronato de la Fundación de la Obra Social de la CAM, y viviendo durante muchísimos años en el Campello, junto al mar y adentrándose en el mar en su con su pequeño yate tan aficionado que era a lo marinero. Yo lo casé en Alicante con la alicantina Cristina, hija de nuestro senador Pepe Beviá, y desde entonces mantenemos una cordial amistad que se prolongó al ser catedrático de la UNED y yo profesor tutor de la UNED de Elche. Hombre afable, progresista, moderado, muy sociable y con muchos y buenos amigos, y cariñoso y atento con su familia. Tenía una gran inteligencia, y su cerebro excepcional sería atacado por una extraña enfermedad desde hace dos meses en que progresivamente le iba incapacitado. En sus últimos momentos recobró la lucidez le dijo a su Cristina: qué lástima, ahora que somos tan felices. Y con palabras amorosas como si fueran novios se despidió de la vida. Así era Vicente Gimeno. Un cariñoso recuerdo, amigo. Estoy seguro de que el pueblo de Alicante también te recordara en una de sus calles o plazoletas. Te lo mereces.
