Si le sale bien esto a Pedro Sánchez se les cae la palabra España de la boca a todas las derechas durante una buena temporada. Las condiciones en que va a quedar Gibraltar con relación a la Unión Europea, tiene que aprobarlas expresamente España, esa fue una condición que Sánchez exigió en 2018 para no vetar el acuerdo del Brexit. España ha estado negociando con el gobierno británico, y con la asistencia del Gobierno gibraltareño, en paralelo a las reuniones del brexit, las condiciones en que quedará Gibraltar. De hecho, la única referencia en el acuerdo del brexit sobre el tema, es que se estará a lo que el Reino Unido y España acuerden. Esto quiere decir sencillamente que en caso de que no haya acuerdo la frontera gibraltareña podría quedar como la de cualquier país tercero, peor que la del paso de ferrys en Calais y el Eurotúnel. El acuerdo del brexit no sería aplicable a Gibraltar, salvo que España dé el visto bueno.
A finales de julio publicamos un primer comentario, “El turismo, el Brexit y Gibraltar”, INFORMACIÓN (31-VII-2020), sobre la reunión aparentemente informal que mantuvieron la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo. El premier británico Boris Jhonson suspendió a los dos dias los vuelos con nuestro país, extraña coincidencia. Tanto España como Gibraltar defienden una decisión consensuada, Gibraltar quiere formar parte de la zona Schengen, un estatus del que ni siquiera gozaba cuando Reino Unido formaba parte de la Unión Europea. A Gibraltar le interesa mantener relaciones lo más amplias posible con la Unión. Su economía depende en gran medida de eso. El 95% de los ciudadanos empadronados en el Peñón votaron a favor de mantenerse en la Unión Europea, en contra del brexit. A España le interesa la desaparición de la frontera entre Gibraltar y el resto de la Península porque facilitaría enormemente el tránsito de los casi diez mil ciudadanos españoles que trabajan en Gibraltar. Nuestro gobierno debe estar tentando, incluso, con la posibilidad de fuertes inversiones del Fondo de Recuperación Europeo, en la Línea y en el Campo de Gibraltar. Son prioritarias en la zona y, además, quitarían influencia a la economía de Gibraltar. Para desbloquear el acuerdo en lo relativo al Peñón ha sido fundamental la predisposición del Gobierno español de dejar al margen el desacuerdo sobre la soberanía de la colonia. “Esto no va a cambiar”, reconoció la ministra González Laya el pasado domingo en una entrevista a la cadena británica Sky News.
La propuesta coincidente de los gobiernos de Gibraltar y España equivale a eliminar la frontera actual y dejar sólo las aduanas del aeropuerto y del puerto de Gibraltar. El tema a dirimir es quién controla la entrada por ambos pasos hacia la Unión Europea. Se ha publicado que una de las alternativas es que esos pasos fronterizos los controlen funcionarios europeos de fronteras, el Frontex- que podrían ser españoles- otra posibilidad es que haya un control conjunto, pero lo que es improbable es que los británicos dejen de controlar la frontera extra peninsular del Peñón. Sería reconocer de facto la soberanía de España, aunque no se nombre.
Adriana Lastra, la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, ha tildado este domingo de "patriotas de pacotilla" a aquellos partidos políticos que "votaron en contra" de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), de la "recuperación" y ahora "llevan 24 horas despotricando con la llegada de la vacuna". (INFORMACIÓN 27-XII-2020). Cabe la posibilidad de que el Peñón se integre, por primera vez en su historia, en la unión aduanera europea- como Irlanda del Norte tras el brexit, Andorra, o el Vaticano-, y, en la zona Schengen. Así, sin nombrar la soberanía desaparecería la única frontera terrestre exterior a la Unión, en el territorio español. No tendría nada de particular que los “patriotas de pacotilla” sacarán de nuevo su patrioterismo en lugar de apoyar abiertamente ese acuerdo, que ojalá ya se haya firmado cuando usted esté leyendo esto.
Esto ya es política ficción: dentro de unos lustros, quizá podamos despertar el art.144 de la Constitución que los padres constitucionales dejaron escrito por si en Gibraltar se presentaba la ocasión. Dice: “Las Cortes Generales, mediante ley orgánica, podrán, por motivos de interés nacional: a) Autorizar la constitución de una comunidad autónoma cuando su ámbito territorial no supere el de una provincia ... b)…”
