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Gloria García

La importancia del bienestar emocional en la educación escolar durante la pandemia

Como consecuencia de la pandemia, sabíamos que este curso escolar enfrentaría desafíos, pero también nuevas oportunidades de las que aprender para seguir mejorando la calidad educativa. Y ya no sólo en términos puramente académicos, sino también en cómo seguir contribuyendo al cuidado y bienestar de los alumnos ya que, como numerosas investigaciones evidencian, ésta es la base para contribuir al desarrollo exitoso de nuestros niños y jóvenes en un mundo global y en constante cambio. Sabemos que los niños y jóvenes están experimentando emociones diversas durante este periodo tan complejo y que, de alguna manera, llevan su propia experiencia a los colegios.

En estos momentos tan complicados, seguir desarrollando un sentido de comunidad y enfoques para el bienestar fundamental y el desarrollo positivo seguro, es crucial para contribuir a la recuperación y la resiliencia de niños y jóvenes en edad escolar. Por este motivo, es más importante que nunca poner en un lugar prioritario el bienestar emocional para todos. ¿Cómo? Reconociendo la importancia del bienestar de los padres/cuidadores, proporcionándoles información, orientación y apoyo a través de distintos canales de comunicación y divulgación, como boletines o talleres virtuales, además de posibilitar reuniones virtuales en los centros escolares para darles un espacio en el que compartir sus preocupaciones y ayudarles a afrontar este periodo de la mejor manera posible.

También formando continuamente al personal docente y no docente para entender mejor las necesidades emocionales de los niños y jóvenes frente a la etapa que estamos viviendo, dotándoles de estrategias para gestionar situaciones desafiantes; incorporando el aprendizaje socioemocional en el plan de estudios, poniendo el foco en el desarrollo del bienestar emocional y físico o supervisando más que nunca el entorno para identificar a aquellos alumnos que, por sus circunstancias personales, puedan necesitar un apoyo más individualizado.

Para la mayoría de los niños, el objetivo diario al ir a la escuela no es solo aprender, sino ver a sus amigos y desarrollar un sentido de autoestima que, principalmente, su grupo de compañeros puede ofrecer. No se puede subestimar el impacto de la pérdida de esa interacción social. Es tan clave para su desarrollo integral como cualquier lección. Por este motivo es crucial dar importancia a las relaciones y a cómo estas juegan un papel clave en el desarrollo de la resiliencia. Algo que podemos lograr a través de una comunicación cercana y regular entre el colegio y los padres para crear un sentimiento de conexión y seguridad, así como impulsando una cultura de escucha activa en la que los niños y jóvenes sepan que pueden compartir sus preocupaciones con cualquier miembro del personal docente cuando lo necesiten.

Por ejemplo, los alumnos pueden tener una relación clave positiva con un miembro del personal de la escuela que no necesariamente desempeña un papel terapéutico para ellos. Ellos han de saber que pueden acudir a esta persona cada vez que lo necesiten para compartir sus preocupaciones y obtener apoyo.

No hay que olvidar tampoco el papel clave de la tecnología que, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, ha posibilitado que todos los alumnos puedan beneficiarse de poder continuar avanzando con su plan de estudios tanto en casa como en el colegio, sean cuales sean sus circunstancias personales. El modelo de enseñanza híbrido está demostrando que, gracias al uso de los dispositivos tecnológicos, se puede proporcionar a niños y jóvenes experiencias de aprendizaje más personalizadas y adecuadas a sus necesidades.

Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos de la Asociación Internacional de Psicología Positiva, la evidencia apoya que un enfoque proactivo en entornos educativos, a través del cual, se preste apoyo a todos los niños y jóvenes para que comprendan y autorregulen su propio bienestar, tiene un impacto positivo en su desarrollo personal y también en su éxito académico.

Garantizar que nuestros alumnos se desarrollen como individuos completos requiere un esfuerzo intencionado y no ocurre por casualidad. Por esta razón, es importante poner énfasis, hoy más que nunca, en la creación del ambiente adecuado dentro del colegio que posibilite que toda la comunidad escolar (padres, madres y profesionales del colegio) sea consciente de la importancia que el bienestar tiene en nuestras vidas y que los alumnos aprendan sobre su propio cuidado emocional y físico. Todo ello con la única finalidad de hacerlos capaces de tomar decisiones acertadas, comprometerse y marcar una diferencia positiva. Así estarán preparados para cumplir sus sueños y, lo que es más importante, sentirse cómodos con lo que son.

Desarrollo académico y atención pastoral van de la mano y son claramente complementarios e igualmente relevantes. Algo que, en estos tiempos de pandemia, ya ha cobrado una importancia inédita en nuestra historia reciente.  

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