El ferrocarril a mediados del siglo XIX, fue para la provincia de Alicante un factor de desarrollo de proporciones incalculables. Para Villena supuso el desarrollo de la agroindustria, en particular la vinícola. Las grandes empresas que se crearon en nuestra ciudad en torno a la producción de vino proporcionaron el desarrollo industrial que las comarcas del Norte de Alicante necesitaban.
Por hacernos una idea entre 1882-1886 se “facturaron en la provincia entre vino y aguardiente unas 115.749 toneladas, destacando los centros de Villena (18.201 TM) Caudete (12.638) y Sax (11.385 Tm)” (1).
Cómo se llevó a cabo este milagro. Tras el acuerdo político de concesión de la línea Madrid-Alicante en 1844 por la Real Orden de 31 de diciembre, se otorgó el tramo Almansa-Villena en 1852. Ese mismo año “un numeroso grupo de comerciantes y propietarios de la capital alicantina escribió al gobernador civil, suplicando se activara la gestión …… se pasara invitación a los municipios para la enajenación de bienes propios, con cuyos productos podrían adquirir acciones... Se constituyó la compañía de Ferrocarriles Alicante-Almansa”. “…Se compraron 250 acciones de ferrocarril, repartiéndose las mimas entre nueve suscriptores pertenecientes a la oligarquía nobiliaria terrateniente y burguesía mercantil de la ciudad” (2).
Fue el atrevimiento del empresariado alicantino solicitando a los políticos de turno, la visión de futuro que necesitaba la provincia. Y fue también la visión económica y esfuerzo económico que llevó a estos empresarios del siglo XIX a invertir en esa compañía de ferrocarriles Alicante-Almansa, que traía el progreso a la provincia.
Hoy las comarcas del Norte de la provincia (Alcoy, Ibi, Sax, Villena, Castalla, Onil, Banyeres de Mariola, etcétera), pero también las de otras provincias limítrofes (Yecla, Caudete, Almansa...) precisan un esfuerzo parecido, titánico y visionario, para lograr ubicar en Villena una Infraestructura, “el Puerto Seco” del Levante Interior, que dote de progreso y desarrollo industrial a nuestras comarcas.
Nuestros políticos nos escuchan a los empresarios de manera tibia. Se rumorea en los ambientes políticos valencianos de que les han realizado otras promesas a cambio de que permitan que el Puerto Seco ya se asigne al eje Novelda/Elda. Todos para los mismos siempre, no. Otra vez no.
Los empresarios tenemos que hacer piña, elevar la voz, hacer las quejas que nuestros predecesores del siglo XIX hicieron con el gobernador civil, y también hacer propuestas atrevidas, presentando un frente común. Proponer la creación de una Sociedad de Empresario del Norte de Alicante que aporte el capital necesario para promover la creación del Puerto Seco del Levante Interior en Villena. Esta infraestructura ferroviaria, con una plataforma logística de contenedores, con entrada aduanera y continuadora del “Corredor Mediterráneo” de mercancías, es el futuro de nuestras comarcas del Norte de Alicante y del desarrollo industrial de nuestros pueblos y ciudades.
La importancia del ferrocarril en el siglo XIX, impulsó la verdadera revolución industrial de Alicante, hoy el Puerto Seco (Nodo Logístico) Levante Interior, haciendo uso de esa infraestructura de comunicaciones que supone el Corredor Mediterráneo del Nuevo Ferrocarril, podría ser nuestra última oportunidad para impulsar el desarrollo industrial de nuestras deprimidas industrias.
En esta época de pandemia, a los empresarios y a los políticos se nos pide atrevimiento, innovación y esfuerzo, para conseguir este reto del siglo XXI.
(1) y (2) Martínez Puche A. “Villena: Industrialización y Cambio Social” Universidad de Alicante. 1998 ISBM 84-7908-388-3 página 52.
