Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Toni Francés

Ayudar para poder resistir.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

“El valor es resistencia al miedo, dominio del miedo,

no ausencia de miedo“, Mark Twain.

El novelista estadounidense, escribía esto en un lugar y una etapa de la historia, en el Mississippi de finales del S. XIX, donde el racismo, la esclavitud y los profundos problemas sociales dejaban hondas cicatrices en una sociedad que el escritor observaba con mirada crítica.

El momento que vivimos es, sin tapujos, un tiempo de miedo en el que resistir es el gran reto. Nos toca seguir remando contra una corriente de una fuerza extraordinaria y, hasta hace poco, desconocida. Una enfermedad que ha roto vidas, familias, proyectos personales y colectivos, empleos, negocios y que, sigue determinando cada elemento, por pequeño que sea, de nuestro día a día.

El miedo no está ausente. Lo tiene quien enferma, quien cura al enfermo, quien teme por su salud y la de los demás. Tiene miedo quien no puede abrir su negocio, quien no sabe cuándo volverá a trabajar, quien ve peligrar la estabilidad de su familia. Tiene miedo también quien gestiona, quien toma decisiones en este contexto, ante la posibilidad de equivocarse. Y ante eso, necesitamos resistencia.

Pero, sin duda, además de la actitud personal que requiere esta obligación de resistir, en ocasiones heroica, como están demostrando diferentes sectores de la población, se precisa que las administraciones respondamos: con políticas decididas, eficaces y concretas, y con fondos económicos para poder ponerlas en marcha con prontitud. Ayudar para resistir. Acciones que tengan en cuenta que los recursos y la paciencia de quien lo está pasando mal no son infinitas, que tampoco lo es el dinero que con el que cuentan los gobiernos y organismos internacionales, ya sea el ayuntamiento más pequeño, o la propia Unión Europea. Lo único finito, y esperemos que pronto, es la propia pandemia, y el fin, lo va a sellar la vacunación. En ello están puestas todas nuestras esperanzas.

Por eso, es vital contar en nuestro entorno más cercano con políticas decididas como las que está poniendo encima de la mesa la Generalitat Valenciana, en un amplio marco de acuerdo social e institucional al que se han sumado agentes sociales y económicos, así como ayuntamientos y diputaciones. Y me refiero, en concreto, al Plan Resistir, que a día de hoy ya ha activado casi 360 millones de euros de los más de 400 millones de euros que lo componen, dirigidos a los sectores económicos más afectados por la crisis generada por la pandemia. Se trata, del plan de ayudas más potente del todo el panorama autonómico nacional.

La idea es clara y el President Ximo Puig insiste en ello en cada intervención: haremos todo el esfuerzo posible para que ninguna empresa viable desaparezca y para mantener todos los puestos de trabajo, garantizar la continuidad de la actividad en este paréntesis hasta generalizar la vacunación y recuperar la normalidad en nuestra sociedad. Un Plan Resistir que, se estima, destinará a los sectores más perjudicados por la pandemia de la provincia de Alicante alrededor de 170 millones de euros.

Como he señalado, este plan, anunciado hace menos de un mes, ya ha activado un importante caudal de fondos, entre ellos, los recursos para que, a través de los ayuntamientos se ponga en marcha las Ayudas Paréntesis, que ya han llegado a los ayuntamientos. Con la parte con la que coopera la Diputación de Alicante, y que llegará a partir de poco más de un mes, más la aportación municipal, se pretende llegar a todos los autónomos y empresas afectadas, lo más rápidamente posible, lo que supondrá para la provincia un total de 65’3 millones de euros. Estos recursos permitirán distribuir una ayuda de 2.000 euros para cada autónomo y para cada microempresa, que se incrementará en 200 euros adicionales por empleado a su cargo, hasta un máximo de 10.000 euros.

Además de las Ayudas Paréntesis, el Plan Resiste incluye ayudas directas a empresas, autónomos y trabajadores afectados por ERTEs, con 105 millones de euros, ayudas específicas para sectores con un perjuicio sostenido durante la pandemia, como el del ocio y entretenimiento, de 15 millones de euros y un paquete de nuevos instrumentos financieros del Banco de Generalitat por valor de 100 millones de euros.

Y esto no acaba aquí. Como reflejan el lema de las ayuda, son medidas para pasar el obstáculo de este paréntesis, y poder resistir. Para ello habrá que seguir impulsando y activando iniciativas para recuperar el máximo de actividad y volver a estar fuertes. Este es el reto de todos y todas.

Hay quien puede decir que no es suficiente. Habrá quien lo diga porque su situación es grave, y hemos de ser empáticos con esas situaciones. También hay quien lo lance como oportunidad política. Ahora, lo importante es pasar la pandemia, bajar la tensión sanitaria para garantizar una desescalada segura y continuada en el tiempo, y recobrar más actividad y vida social. Rebajar el miedo, la necesidad de resistir cada día.

Y ante esto seguimos pidiendo unidad, mucha unidad, social e institucional, aquella que desde el Grupo Socialista en la Diputación de Alicante hemos estado abonando desde el minuto cero de la pandemia, con propuestas y máxima cooperación.

Empezaba por Mark Twain y termino con esta reflexión del dramaturgo Eugene Ionesco: “las ideologías nos separan, los sueños y la angustia, nos unen”. Que así sea. 

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats