Durante su breve periodo al frente del Teatro Principal, Paco Sanguino fue todo un especialista en vender titulares de prensa de proyectos que daba igual que fructificasen. Lo importante era que llenasen páginas en la prensa. Porque todo lo que él decía salía a cinco columnas. Recuerdo la creación de una coordinadora de Teatros de la Esquina Este, promovida por él, que aglutinaría a los de Albacete, Murcia, Elche o Villena. Es verdad que la página quedó muy aparente, pero de aquello nada más se supo. Tampoco olvido cómo vendió aquella oferta que consistía en un paquete turístico que incluía entrada de teatro, tren y hotel. Lo presentó con alharacas. Desconocemos cuántas pernoctaciones se consumaron. Tememos que muy pocas. Estos días sí se ha publicado cómo una de sus máximas conquistas, la creación de la Jove Companyia, residente en el Teatro Principal, y creada por él en 2017, se disuelve. Para ese viaje no se necesitaban tantas alforjas. Hay más ejemplos en las hemerotecas.
Yo, de natural apacible y prudentísimo, siempre he guardado un elegante silencio en todo lo relacionado con su persona. Cuando no apoyando lo positivo de su gestión. Pero un desafortunado mensaje que ha publicado en las redes ha colmado el vaso.
Me recomienda, por mi salud mental y mi felicidad, que vuelva al pueblo de mi infancia. Ya me lo ha sugerido en persona alguna vez. Pero en público no se lo consiento. Yo abandonaré Alicante si me apetece. No porque un político, candidato a la alcaldía de la capital de la provincia, por motivos ideológicos, pida que me exilie. Máxime sabiendo que será él quien, si encuentra un buen cargo en València o en Madrid, abandonará Alicante. Así es que menos humos.
