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Juan Carlos Padilla Estrada

Las crónicas de Don Florentino

Juan Carlos Padilla Estrada

¿Y esta afición por las conspiraciones?

Victoria Abril pide disculpas en los Premios Feroz: "Siento mucho si he ofendido a los que han perdido seres queridos"

 “Sí, soy conspiranoica. Esto es una plandemia. Antes iban metiendo miedo para decir que la única solución es la vacuna, pero la vacuna lleva dos meses y están testando directamente en seres humanos, usándolos como cobayas”. Victoria Abril, santa madonna.

“Una élite ha creado el coronavirus como excusa para vacunar a la población mundial y poder así implantar a toda la humanidad microchips con el solo fin de controlarla. Una vez que activen la red 5G, clave en esta operación de dominio global, seremos borregos a su merced”. Miguel Bosé dixit. ¡Santo varón!

En Estados Unidos, una parte significativa de la población cree a pies juntillas en teoría de todo tipo: Elvis está vivo y pasea por playas de Sudamérica, en el área 51 custodian extraterrestres, la Tierra es plana pero los gobernantes no quieren que lo sepamos, el viaje a la Luna, por supuesto, es un enorme montaje,

El Holocausto es una mentira, las pirámides de Egipto fueron construidas por alienígenas, el coronavirus… ¡por favor!, la canción Aserejé es satánica, las Torres Gemelas sufrieron un autoatentado, Osama Bin Laden y Barack Obama son la misma persona, los Illuminati lo controlan todo, Walt Disney sigue en una cámara congeladora…

¿Se ha visto usted identificado con alguna de estas creencias?

Puede ser, no se crea. Según algunos psicólogos, casi todo el mundo admite, al menos, una teoría de la conspiración. Parece que la creencia en este tipo de teoría forma parte de la psicología humana, y de hecho están fuertemente vinculadas al pensamiento mágico, ése que la humanidad cultivaba antes de que a un tal Aristóteles se le ocurriera aquello de la causa y el efecto.

En una investigación reciente acerca del tema, se concluyó que los adeptos a las teorías de la conspiración tienen una educación algo inferior y que su principal fuente de información suele ser las redes sociales.

Pero ¿por qué algunas personas son más proclives que otras, como es obvio?

Pues se ha descrito como personalidades más propensas aquellas que poseen rasgos esquizotípicos, -personas con déficit social o interpersonal, con dificultades para relacionarse y respuestas emocionales inapropiadas-, creencias paranormales y autoritarismo.

Con todo, parece ser que el factor principal que lleva a un individuo a creer en teorías de la conspiración, está relacionado con otros factores. El principal, conocido como 'orientación del dominio social', mide el apoyo de una persona a las jerarquías basadas en grupos. Aquellos con un alto grado de ODS creen que la sociedad debe estructurarse jerárquicamente, mientras que los que tienen un grado bajo opinan que se debe estructurar de manera igualitaria. En el estudio, los investigadores señalaron que un alto grado de ODS estaba fuertemente asociado con la mentalidad de conspiración, y más en hombres que en mujeres. Esas personas suelen verse a sí mismas como jerárquicamente superiores.

De cualquier modo, no les estigmaticemos, porque muchas personas creen en alguna y quizás en más de una teoría conspirativa. Y es que hay un número infinito de teorías de la conspiración ahí fuera. Si hiciéramos una encuesta sobre todas ellas, todo el mundo marcaría varias casillas. Da igual la izquierda que la derecha, ambos bandos tienen ideas de este estilo. Hay que olvidarse de la idea de que el conspirativo es un varón blanco de mediana edad que lleva un sombrero de papel de aluminio y vive en casa de su madre. Así sentimos que pertenecemos a un grupo y generamos antagonismo hacia otro, que es el culpable de lo que está sucediendo.

Ya sé, ya sé… está usted pensando: “Estos americanos…”

Pero, escuche: Existe un restaurante de carretera en la localidad de Benicarló, en la Comunidad Valenciana, donde figuras importantes de la clase política y empresarial europea forman parte de un grupo secreto que se dedica a la tortura y el asesinato de niños para satisfacer sus deseos sexuales. Y aunque las investigaciones policiales y judiciales han sido estériles, el caso Bar España sigue encontrando eco en varios foros de internet y medios de comunicación.

¿No recuerda usted el asunto del 11M, en el que se ha intentado involucrar a múltiples autores y se ha puesto en cuestión el trabajo de la Justicia, la Fiscalía y las Fuerzas de Seguridad en la lucha contraterrorista?

Sí, nunca tan adecuado aquello tan español de “En todos sitios cuecen habas” Y eso no es conspiranoico.

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