Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Francisco Esquivel

La despensa de los afectos

Coronavirus.- Andalucía administra 883.289 dosis y 244.193 personas tienen la vacuna contra el Covid completa

A seiscientos kilómetros de distancia de aquí, una hacia el norte y otra hacia el sur, mi suegra de 102 años y mi madre con 97 recibieron la vacuna la misma mañana. Para que luego digan que esto no va coordinado.

  Llevan en torno a tres décadas sin su Aurelio y sin su Paco, lo que quiere decir que a los sesenta y tantos empezaron a redactar una existencia distinta de la que aún les queda líneas, algunas cubiertas por sombras que salen al paso en las que cada una se pregunta a su manera «¿pero cuántas con todo lo que llevamos ya encima?». «Las que Dios quiera», se responden repletas de fe a renglón seguido.

  Por temor a conservarla en el mejor estado posible, mis hermanas albergaron dudas sobre el suministro de la dosis. El cuidado día y noche es extremo, la que convive con ella desde que nació se levanta de la cama las veces que haga falta para acompañarla al baño, le masajea las piernas tal como le han recomendado, hace lo imposible para que coma aunque sea sin ganas por lo que mi madre abre nuestras conversaciones dándole las gracias a la pequeña y a ambas les inquietaba el tiempo tan escaso con el que el invento salvador ha salido al mercado. Preferían que no la llamasen nada más ponerse en circulación y poder cotejar así las reacciones. Y, una vez cotejadas, a por la segunda.

  Por su consuegra no hay quien decida y cuidado quien ose. Todo este tiempo ha vivido sola sin gobierno en coalición que valga, que para eso es felipista perdida y maldita la gracia que le hace El Coletas por mucho moño que se ponga. El reipenado Aznar no hace falta que les diga el efecto que le produce. Tras haberlo visto comparecer poco antes, creo que se dirigió al centro de salud pensando en que, más que la Pfizer, lo bien que le sentaría clavarle la aguja al gachó. Pero se contuvo.

  Una nació en un año de pandemia y, la otra, húerfana del 36. Y ahí están con una gratitud a pruebas de bombas pese a todo lo que han pasado. También es cierto que cuentan con la ventaja de no ser infantas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats