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Joaquín Rábago

Un conocido autor alemán propone carta de nuevos derechos en la UE

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El jurista alemán y conocido autor teatral y novelista Ferdinand von Schirach propone en un nuevo opúsculo una carta de nuevos derechos para los ciudadanos de la Unión Europea.

El autor de “Crimen y culpa” o “El caso Collini” es nieto del que fue jefe de las Juventudes Hitlerianas y gobernador del Reich en Viena Baldur von Schirach, a quien el tribunal de Nuremberg condenó en 1946 a 20 años de reclusión en la prisión berlinesa de Spandau.

Claro que, junto a ese criminal nazi, que ordenó que figurara en su tumba la frase “Fui uno de vosotros”, von Schirach tuvo también entre sus lejanos antepasados a John Middleton, uno de los 56 padres fundadores de los Estados Unidos, firmante en 1776 de la Declaración de Independencia.

El opúsculo del autor alemán, titulado “Jeder Mensch” (Toda Persona), trata de lo que Schirach plantea como nuevos derechos, cuya vulneración debería estar en condiciones de denunciar cualquier ciudadano ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Schirach recuerda al comienzo de su librito de 32 páginas, que publica la editorial alemana Luchterhand, que el texto fundacional de EEUU habla de verdades evidentes como la de que todos los hombres son creados iguales que, sin embargo, no se correspondían con la realidad de aquella sociedad esclavista.

Eran utopías y lo mismo en ese país como en la Francia posrevolucionaria hubieron de transcurrir muchos años, guerras incluidas, para que la realidad se fuese aproximando al menos a lo plasmado en aquel texto.

En un discurso pronunciado en Berlín con motivo del semestre de presidencia alemana de la UE, Schirach planteó ya la necesidad de ampliar los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Según cuenta él mismo, muchos le animaron entonces a desarrollar por escrito lo que allí tan sólo había esbozado, y eso es lo que terminó haciendo.

El primer artículo de la nueva carta señala que toda persona tiene derecho a vivir en un entorno saludable y debidamente protegido mientras que el segundo afirma el derecho a la autodeterminación digital y a no ser víctima de manipulación.

Otro de los artículos se refiere a los problemas relacionados con la globalización y establece que cada ciudadano tiene derecho a que en la elaboración de los productos o la gestión de los servicios que se le ofrezcan se hayan respetado en todo momento los derechos humanos.

Destacados juristas alemanes, así como personajes de la cultura y la política de ese país, entre ellos el constitucionalista Ulrich Karpenstein o la vicepresidenta del Parlamento europeo, la socialdemócrata Katarina Barley, han manifestado, según Der Spiegel, su solidaridad con la carta de derechos de Schirach.

En palabras de Karpenstein: “´Como consumidores hemos contribuido al cambio climático y favorecido la aparición de los gigantes digitales y de la globalización, a los que, como ciudadanos, tenemos ahora que poner límites”.

El abogado especializado en derecho medioambiental Remo Klinger, que representa a los jóvenes de Fridays for Future ante el Tribunal Constitucional germano, considera sencillamente “genial” que los ciudadanos del mundo rico puedan exigir que se cumplan los derechos humanos en los países donde se fabrica nuestra ropa.

Es en cualquier caso una loable declaración de intenciones, en mera utopía que corre el riesgo en quedarse sólo en eso, adormecidas como están nuestras conciencias por el consumo indiscriminado y la publicidad que a todas horas y desde todas partes nos bombardea. 

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