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José A. García del Castillo

LA PLUMA Y EL DIVÁN

José A. García del Castillo

El despropósito de las vacunas

Dos sanitarias preparan vacunas en Portugal.

Todo este embrollo de las vacunas, bien podría tratarse de una película de nuestro añorado Berlanga por lo surrealista del asunto, si no fuera porque siguen muriendo personas de una forma desproporcionada y torticera. Al principio de esta infame pandemia asistimos, con sorpresa y desconcierto, a la unión de la ciencia mundial para buscar un remedio lo más rápido y eficaz posible. Los científicos se intercambiaron conocimientos desinteresadamente para alcanzar la solución al problema.

Un año después contamos en el mundo con ocho vacunas que dan una respuesta fiable y segura al coronavirus, sin contar una de las elaboradas por Cuba (Soberana), que sería la número nueve y que por las noticias que nos llegan, sin son ciertas, funciona perfectamente.

Inmediatamente después de ponerse en marcha las vacunaciones, las farmacéuticas implicadas comenzaron a fallar en el suministro de dosis, por falta de producción, por una inadecuada logística de distribución, o por mero mercantilismo. La cuestión es que la cantidad de dosis solicitadas en firme por la Unión Europea no han sido suministradas en tiempo y forma, llegando a retrasar desproporcionadamente la vacunación masiva de la población.

En condiciones normales los retrasos no tendrían mayor trascendencia, pero en este caso concreto hablamos de muchos miles de personas que están enfermando y muriendo por asuntos relacionados con el puro mercantilismo. Cada día que pasa mueren en el mundo más de 15.000 personas, cuando existe un remedio para evitarlo.

La gran contradicción entre la solidaridad de los científicos para desarrollar una vacuna y la sinrazón de las farmacéuticas especulando con las dosis, nos llevan a uno de los más salvajes despropósitos de la historia. Por qué no se ha hablado en ningún momento de revocar las patentes y producir las vacunas de forma masiva.

En España seguimos con la incertidumbre de cuándo seremos vacunados y con qué vacuna. Las reticencias de la población a vacunarse están basadas en las contradicciones informativas de las propias agencias de salud y los diferentes gobiernos, que ponen en entredicho constantemente una de las vacunas más utilizadas en nuestro país.

La suma de despropósitos es inaceptable. Existen suficientes vacunas en el mercado para abastecer a toda la población española, pero solamente se opta por aquellas que la UE negoció de forma nefasta en su día y que están provocando un desajuste mayúsculo. Mientras tanto seguimos sin liderazgo en España para gestionar la crisis sanitaria y siguen aumentando los casos de contagios y de muertes.

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