Durante los últimos años, sobre todo desde el verano de 2018, se ha escrito bastante sobre la aparición del acta notarial del milagro acaecido en la capilla del palacio condal de Cocentaina el 19 de abril de 1520. Para celebrar el referido hallazgo las autoridades de Alcoi i Cocentaina han realizado varias manifestaciones públicas a través de El Nostre Ciutat, Información de Alicante, la revista mensual El Comtat, así como en las radios de Alcoi i Cocentaina y también en la televisión comarcal.
La publicación del presente artículo viene motivado por la nula información sobre el paradero exacto de este importante documento durante tanto tiempo, la forma en que se extravió y la ausencia de reconocimiento a quienes han trabajado arduamente en su recuperación.
El documento desaparecido forma parte de todo un bloque o tomo que en la actualidad se expone en Cocentaina, cedido a esta población por el Ayuntamiento de Alcoi. No me corresponde a mi juzgar el motivo de la sustracción en su día de dicho documento, entre otras cosas porque desconozco los motivos que podría haber tenido la persona que presuntamente lo hizo, fallecida hace tiempo, y que merece respeto.
Los hechos por mi conocidos, que más bien podrían calificarse de vicisitudes, arrancan aproximadamente hace unos veinte años cuando don Ramón Ferrando Pla, un cliente y amigo mío, me facilita una copia del acta notarial que en su día le manifestó que poseía cierta persona.
Don Ramón Ferrando, según me manifestó, rogó encarecidamente a esa persona que restituyera a su lugar ese documento, considerado de importancia para la historia local de su pueblo. La respuesta obtenida fue que no era el momento adecuado para proceder a la devolución del documento aduciendo que “no eran de su gusto las personas a quienes tenía que devolverlo”.
He de destacar el interés mostrado por varias personas en su empeño por la recuperación del aludido documento, en especial a don José Pascual, Canuto, quien, junto al fallecido don Ramón Ferrando Pla y el que suscribe nos reunimos en varias ocasiones con el fin de indagar su paradero.
Empezamos las gestiones para averiguar si en los archivos de los condes de Cocentaina en Sevilla y en Toledo pudieran tener una copia del documento buscado. Para ello contamos con la colaboración de don José Luis Ferrán del Castillo, residente en Sevilla, quien nos informó de que no estaba en dicha localidad y, aconsejado por la archivera de la Casa de Pilatos, se nos indicó que lo intentáramos en Toledo. En Toledo nos comunicaron las pocas posibilidades de que existiera una copia original, pero que, en todo caso, lo correspondiente a la Comunidad Valenciana se encontraba en Segorbe.
Tras contactar con los archivos de Segorbe, pudimos comprobar que la posibilidad de conseguir dicho documento era solo de documentos no originales, por lo que nuestra pesquisa en busca del original quedó de nuevo frustada, pues ya teníamos dicha copia.
Al no fructificar nuestras gestiones volvimos a la indagación de la única copia que con seguridad sabíamos que existía: la que tenía la persona que se lo comunicó a don Ramón Ferrando Pla.
Al conocer desde la infancia a un familiar directo de la persona que poseía el acta buscada, traté de localizarlo con la ayuda de quienes en la actualidad conocían su paradero. Desgraciadamente nuestro empeño tampoco resultó positivo, pese a haberlo intentado por escrito y telefónicamente, aunque siempre hubo en sus palabras un compromiso de que si lo manifestado por mi era cierto, ese documento se recuperaría.
Pasaron los años y el documento se resistía a salir a la luz, y en el ínterin falleció don Ramón Ferrando Pla. Y cuando la recuperación del acta original parecía imposible surgió el milagro de manos del señor cura del la parroquia de El Salvador de Cocentaina, don Ramón Micó Colomer.
Un día de convivencia familiar en la que se encontraba don Ramón Micó salió el tema a colación mientras charlábamos. El cura se comprometió en el asunto y asumió la responsabilidad de su recuperación. Al día siguiente ya estaba de viaje para que le tradujeran el documento con el fin de comprobar si realmente era el acta notarial del Milagro de la Virgen de Cocentaina. Aunque faltaba una parte muy importante de de dicho documento, todo lo demás cuadraba. Para averiguarlo tuve que comprobar el aspecto externo de los volúmenes restantes encuadernados en los archivos de la Casa de Cultura Mario Silvestre, lo cual me abrió los ojos para concluir que no buscábamos un documento aislado sino todo un conjunto de documentos encuadernados en un mismo tomo o volumen. Esto, en principio, iba a facilitar el trabajo que nos habíamos propuesto, a pesar de las dificultades encontradas en el camino.
Finalmente el documento buscado apareció en agosto de 2017, tal y como demostró la convicción de don Ramón Ferrando desde un principio. A partir de esa fecha, casi todo ha sido publicado con más o menos claridad y objetividad, aunque estimo que tanto las autoridades alcoyanas como las contestanas habrían podido contribuir a mejorar y difundir el conocimiento de los hechos.
Sirvan estas líneas para agradecer el esfuerzo de cuantos dedicaron su tiempo a la recuperación de un documento tan importante y que nunca habría tenido que cambiar del lugar que por derecho le correspodía.
