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La mala gestión de Carlos Mazón la pagan los ayuntamientos

Carlo Mazón durante un pleno de la Diputación de Alicante

En nuestra vida, no estamos exentos de que alguien intente que comulguemos con ruedas de molino. Esta expresión hace referencia a lo absurdo de pretender que alguien se “trague” gigantescas ruedas de piedra.

Pues esto, comulgar con ruedas de molino, es lo que pretende que hagamos el diputado provincial del Partido Popular, Adrián Ballester, con su reciente artículo criticando la gestión de la Generalitat Valenciana a propósito del Plan Resistir.

Es verdad que una ya está, como se dice, curada de espanto. Aun así, debo reconocer mi estupor al leer lo escrito por Ballester. No se le ocurre otra cosa que llamar ineficaz a la Generalitat –personificada en la figura del Presidente Ximo Puig – por el Plan Resistir. Parece que le moleste que el Consell pusiera a disposición de los ayuntamientos los fondos del Plan Resistir –en concreto las ayudas Paréntesis- más de dos meses antes que lo que lo ha hecho el equipo de gobierno de la Diputación de Alicante, del que él forma parte.

Así es, cuando la Diputación de Alicante ha comenzado a ingresar el dinero de la parte del Plan Resistir a los ayuntamientos (hace unos pocos días), muchos de ellos ya habían ingresado a las empresas y autónomos, como la hostelería, las ayudas. Y ¿cómo? Con recursos propios y con los puestos a disposición por la Generalitat. Así de simple. Y es que, en su artículo, critica hasta el hecho de que la Comunitat Valenciana utilice fondos procedentes de Europa para ayudar a la salida de la crisis de empresas y autónomos Son la bomba.

Quizá no recuerde el Sr. Ballester que cuando aprobábamos en el Pleno de la Diputación la modificación de crédito para tener disponible el importe que le correspondía, municipios como Elche o Alcoy ya habían ingresado a las empresas y autónomos de sus municipios las ayudas. Y muchos ya estaban pagando, adelantando lo que semanas más tarde les llegaría de la Diputación. Y ¿por qué? Porque una de las claves de estas ayudas es la rapidez dada la difícil situación de muchas empresas y autónomos.

Así lo entendió la Generalitat al poner a disposición de los ayuntamientos, de manera rápida, eficaz y sin coste alguno, los fondos. Y así lo entendieron los alcaldes y alcaldesas, especialmente los socialistas que, de ninguna de las maneras, podían estar esperando a que llegara el dinero de la Diputación de Alicante. Esa es la realidad que no cuenta el Sr. Ballester, la que se calla para tratar de salvar los golpes en el pecho de Carlos Mazón y eliminar, de paso, cualquier mancha en forma de mala gestión que perjudique sus ansias patrocinadas desde Madrid de acceder al sillón del PP valenciano. La mala gestión de Carlos Mazón en la Diputación la pagan los ayuntamientos.

La secuencia es sencilla.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig anunció el 21 de enero 2021 la puesta en marcha de las Ayudas Paréntesis con el objetivo de apoyar a los sectores económicos que están resultando más afectados por las restricciones a las que obliga la pandemia de la covid-19 y que se enmarca en el Plan Resistir.

Las Ayudas Paréntesis, que son una acción coordinada entre la administración autonómica, las provinciales y municipales, tenían una dotación de 160 millones de euros, de los que 100 millones proceden de la Generalitat Valenciana, 36 millones de las diputaciones y 24 de los ayuntamientos. En concreto, el reparto de fondos es de la siguiente manera: la Generalitat el 62,5% del total; las diputaciones el 22,5% y los ayuntamientos el 15%.

Tres semanas después, el 9 de febrero, la Generalitat ya ponía a disposición de todos los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana los 100 millones que le correspondían del plan. Las diputaciones de Valencia y Castellón lo hacían el 19 de febrero (17 y 4’1 millones de euros respectivamente). La Diputación de Alicante ha sido durante esta semana (la tercerca de abril) cuando ha empezado a hacer llegar los importes a los ayuntamientos, casi dos meses después que el resto de diputaciones y que loa propia Generalitat.

Siendo esto así objetivamente ¿cómo se le ocurre al Sr. Mazón mandar a Ballester a criticar a la Generalitat? En estos casos es mejor estar callados, porque ¿qué explicación tiene que la mayoría de ayuntamientos del PP –salvo los que decidieron no hacerles caso- hayan tardado semanas –los que han pagado- o incluso vayan tardar meses en abonar las ayudas a los autónomos y empresas? ¿Cómo se sostiene que en Orihuela u otros municipios gobernados no tuvieran hechas ni las bases de las ayudas, mientras que en Elche o Alcoy ya habían pagado? ¿Fue una orden de la cúpula del PP provincial ralentizar el proceso para no dejar mal al Sr. Mazón? ¿Preferían salvar las espaldas al presidente de la Diputación, aunque eso supusiera que empresas y autónomos de los municipios donde gobiernan, como los de la hostelería, cobraran más tarde? Muchas preguntas tienen sin responder que, como siempre vendrán untadas con excusas, como las de la ayudas a por la DANA prometidas por el Sr. Mazón (en septiembre de 2019) y de las que no llegado ni un euro de la Diputación a los municipios.

Que comulguemos con ruedas de molino, eso pretenden algunos. Otros y otras, sin tanto ruido, sin tantas luces de neón, sin engaños, seguimos empeñados ayudar de manera sincera hacia una pronta salida sanitaria, social y económica de esta pandemia.

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