Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis M. Alonso

Entre ninguna parte y el olvido

Urkullu muestra su "plena confianza" en la recuperación económica de Euskadi, pero se necesitarán tres años

Nos hallamos a mitad de camino entre ninguna parte y el olvido. Pero hay olvidos que queman y memorias que engrandecen a la vez que duelen. Quizás por eso, Sánchez ha cerrado el traspaso de las competencias de las cárceles vascas al PNV y no ha tenido prisa en hacerse la foto con Iñigo Urkullu, como sería habitual en él. No, al menos, hasta después del 4-M, fecha en la que se concentra en Madrid un voto frentista que divide al país. Para el PNV, como también es costumbre, la transferencia le reporta el beneficio económico que descontará de su aportación anual al Cupo y el manejo exclusivo de la redención etarra. Forma parte de un olvido doloroso y concertado a propósito de unos terroristas y sus cómplices incapaces hasta el momento de ofrecer disculpas por los asesinatos, las bombas y los tiros en la nuca, que sembraron España de muerte y desolación a lo largo de décadas. Todo ello resulta aún más espantoso porque estoy absolutamente convencido de que en otro país de la Europa civilizada y democrática ningún Gobierno se hubiera resignado a plantear el olvido desde la reinserción política de los no arrepentidos y a blanquear de esta manera a los asesinos y a los que los secundaron. Mucho menos se hubiera atrevido a dignificar su papel negociando con ellos un gobierno, como en el caso de Navarra. Es natural que, en vísperas de unas elecciones planteadas en términos de disputa ideológica entre dos formas de entender España, Sánchez prefiera la foto de las vacunas que la que le compromete de las cárceles del País Vasco con los nacionalistas que agitan el árbol, cuando les conviene, para recoger las nueces.

Para entender la política de nuestros días solo es necesario fijarse en la gestualidad. Madrid le está devolviendo a Moncloa la foto de la propaganda agitando la amenaza de suspender vacunaciones si el Gobierno no envía más dosis. Nadie se apiada de la razón.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats