Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis M. Alonso

La Superliga

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez

El anuncio de la Superliga europea por parte de una docena de clubes de la élite del fútbol ha desencadenado una oleada de protestas inspiradas en ese enunciado demagógico tan recurrente de los ricos contra los pobres. La mayor parte no guardan lógica, salvo el intento desesperado de algunos dirigentes de la UEFA de preservar privilegios a costa del dinero que otros pierden mientras la pandemia sacude este negocio del espectáculo hasta hacerlo inviable.

En primer lugar, los clubes, que son los que aportan el dinero y soportan las pérdidas, tienen todo el derecho a buscar la fórmula más atractiva para reenganchar a los espectadores televisivos y conseguir nuevos ingresos cuando los estadios permanecen cerrados. La manera de lograrlo no es aburriendo a las piedras con las fases previas y el actual reparto de la Liga de Campeones, y sí, en cambio, ofreciendo desde el primer instante el interés que solo tienen los grandes enfrentamientos a partir de los octavos de final.

El nuevo proyecto, que avalan los clubes más importantes de la Liga, la Premier y la Serie A, incluye 180 partidos frente a los 360 que la Champions propone desde 2004. Con la UEFA se ha intentado, al parecer, negociar un formato mejor que el actual y una redistribución más justa del dinero. Este último, un ejemplo, le reporta por participar los mismos ingresos al Apoel de Nicosia que al Real Madrid o al Barça. Como todo el mundo entenderá, el interés que ofrecen al espectáculo uno y los otros no es el mismo. La UEFA, en vez de acceder a una reforma justa, lo que ha hecho es responder con taza y media. Con el campo embarrado, difunde, además, la idea de que la Superliga pone en peligro los campeonatos domésticos, cosa que no es así ya que son totalmente compatibles. Simplemente, como ya sucedió con la Euroliga en el baloncesto, se trata de reemplazar la Champions por un modelo más atractivo para el telespectador y sostenible para los clubes. 

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats