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Joaquín Hernández

Manifiesto de San Miguel: El trasvase irrenunciable

Canal del trasvase Tajo- Segura, imagen de archivo

Finalmente se llegó al acuerdo. Tras unos días intensos y no exentos de tensión, los políticos hemos plasmado en el Manifiesto de San Miguel las peticiones de los agricultores en torno al trasvase Tajo-Segura.

El jueves, los alcaldes de la Vega Baja, Crevillente y Elche, nos reunimos con el Secretario Autonómico en San Miguel de Salinas y sellamos un acuerdo para instar al President de la Generalitat a que traslade al Gobierno de España las acciones que nuestra tierra necesita para continuar latiendo.

No podía ser de otra manera, los políticos estamos para defender a nuestra gente y a nuestro territorio. Y la tierra y el agua es la base sobre la que se sustentan.

El manifiesto recoge lo que los regantes nos han estado pidiendo. No es el momento de una modificación de las reglas de explotación ya que supondría un ataque a la realidad socioeconómica que configuran los territorios del llamado Sureste Español, entre los que nuestra comarca ocupa un lugar destacado. No es el momento, y así lo hemos puesto de manifiesto a través de mociones presentadas en las distintas administraciones; Conselleria, Diputación y en nuestros Ayuntamientos. No es el momento, a pesar de la escasez de agua en cabecera como consecuencia del cambio climático.

Al referirnos a esa realidad consolidada estamos hablando de un territorio donde viven más de dos millones y medio de personas. Donde los cultivos de regadío generan un valor económico superior a los 3.000 millones de euros y proporcionan más de 106.000 empleos, al tiempo que actúan como motor insustituible de otras industrias vinculadas al ámbito agroalimentario como el transporte, la distribución, el empaquetado o la logística.

Pero no sólo eso, ya que los recursos hídricos procedente del trasvase Tajo-Segura permiten abastecer de agua potable a 35 municipios de la provincia de Alicante donde habita casi el 60% de la población. La subsistencia de comarcas como la Vega Baja, l´Alacantí o el Vinalopó y poblaciones tan relevantes como Alicante, Elche, Orihuela o Torrevieja dependen directamente de los referidos aportes.

La necesidad de acceder en las condiciones necesarias al agua trasvasada se basa en el hecho incontestable de que con los recursos propios de la cuenca del Segura-establecidos en algo menos de 400 m3/habitante y año- resulta de todo punto imposible mantener esa realidad socioeconómica consolidada a la que nos estamos refiriendo.

Sin embargo, la pervivencia de la misma, su futura continuidad en el tiempo, se ha visto comprometida tras la decisión de reducir las aportaciones mensuales procedentes del trasvase.

Además, los planes relativos al aumento de los caudales ecológicos en el río Tajo dibujan unas perspectivas aún más sombrías.

Ante el inquietante panorama que se está dibujando, debíamos expresar nuestro rechazo a cualquier modificación en las normas de gestión de las actuales condiciones del trasvase Tajo-Segura que no haya sido previamente negociada y consensuada entre los diferentes gobiernos implicados en un tema tan crucial, al tiempo que manifiestan que el acceso a los recursos hídricos procedentes del acueducto constituye en estos momentos una necesidad irrenunciable.

No vamos a permitir ninguna modificación en el trasvase que empeore nuestra situación hídrica, ya que precisamente uno de los principales problemas que aquejan al Tajo en su conjunto es la falta de depuración de aguas fecales y sucias que llegan desde Madrid.

Necesitábamos instar al President de la Generalitat como firme defensor del trasvase para que aborde con el Gobierno de España las acciones para conseguir:

1. El mantenimiento de las asignaciones actuales de los recursos procedentes del acueducto Tajo-Segura, tanto para el abastecimiento humano como para la agricultura.

2. Paralizar de forma inmediata cualquier cambio que pueda llevarse a cabo antes de la aprobación del Plan Hidrológico de la Cuenca de la Demarcación del Tajo, y sin que se prevean caudales ecológicos que comprometan la viabilidad del trasvase Tajo-Segura.

3. Aumentar la seguridad y estabilidad de los aportes hídricos destinados a la demarcación del Segura en los planes hidrológicos de las cuencas del Tajo y el Segura, así como en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.

4. Realizar inversiones para generar el aporte de nuevos recursos frente a futuros escenarios de merma de los mismos como consecuencia del cambio climático.

5. Impulsar actuaciones, de carácter técnico y legislativo, para lograr una rebaja de las tarifas del agua procedente de la desalación.

6. Negociar y consensuar con los gobiernos autónomos y los usuarios cualquier cambio que afecte al modelo actual del trasvase Tajo-Segura.

Hemos de escuchar cuando nos dicen que hay que hacer política de Agua, no política con el Agua.

No haber llegado a un acuerdo entre todas las fuerzas políticas de la Vega Baja hubiese sido fallar a nuestra gente, ya que política a parte, si los agricultores están unidos en torno al trasvase, los representantes políticos no podemos ser menos y el jueves teníamos esa gran oportunidad.

De no haber sido así, no me lo hubiese perdonado, no nos lo hubiesen perdonado.

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