El pasado viernes, la vicealcaldesa y presidenta del Patronato de Turismo del Ayuntamiento de Alicante, la señora Sánchez, presentó a los medios de comunicación, representantes de los sectores turísticos y corporación municipal, el Restyling de la Marca y de la campaña de comunicación para la promoción turístico-comercial de Alicante”.

Cuarenta millones de impactos en redes sociales. Este fue el único dato que fui capaz de aplaudir mientras de nuevo, acudía a mí, de manera impertinente, el mensaje de ánimo que lanzó Ciudadanos en twitter durante la reciente campaña electoral madrileña: “Desde la playa de Madrid mandamos toda la fuerza y apoyo a nuestro candidato a las elecciones de Madrid”. Por playa de Madrid, Ciudadanos entiende la playa del Postiguet.

Sin duda el mayor atractivo de nuestra ciudad es justo este, nuestras playas. Alicante está bordeada por el mar, por nuestras playas y sin embargo no hemos sabido optimizar este recurso, posiblemente, porque en más de una ocasión se ha denostado el turismo de sol y playa -gran error en mi opinión- pero también porque quienes han tenido que gestionar los recursos turísticos de nuestra ciudad no han creído ni en el potencial turístico ni en el tejido empresarial turístico de nuestra ciudad, otro grandísimo error.

En 2019 los socialistas nos presentamos a las elecciones con un programa en materia de turismo que contemplaba varios ejes irrenunciables, la creación del Palacio de Congresos, la implantación de escuelas de deportes náuticos y de playa, la puesta en valor del patrimonio histórico-artístico y desarrollar la estrategia de turismo gastronómico iniciada con Alicante Ciudad del Arroz.

Siempre cuento la misma anécdota, así que quien la sepa puede saltar este párrafo, nací en Alicante en 1971, a los 16 años descendí por una pista roja de esquí en el Pirineo Aragonés y continué esquiando durante años hasta que me hice un esguince de rodilla en una caída en la que no saltó la fijación del esquí. Sin embargo, no practico ni he practicado nunca un deporte acuático o de playa y nado sin ningún estilo, lo justo para no ahogarme y desgraciadamente no soy la excepción que confirma la regla. ¿No les parece un sin sentido?

Debido a la creencia absoluta en la necesidad de democratizar la práctica del deporte, sobre todo de determinados deportes que pueden considerarse de élite, no solo introdujimos este proyecto en el programa electoral, también lo elevamos a iniciativa en el pleno del Ayuntamiento de Alicante. A través de una Declaración Institucional con la que pretendíamos no solo la democratización del deporte náutico, también la desestacionalización del turismo a través de nuestras playas convirtiéndolas en esas estaciones náuticas en las que enseñar a todos los escolares de España a navegar, remar, nadar, bucear, enseñar voley playa y cualquier otro deporte que solo en una playa o en el mar podemos aprender. Esta iniciativa política que contaba con el apoyo de todo el sector turístico se aprobó en el Pleno de mayo de 2020 y se guardó en un cajón.

Como guardada en un cajón ha estado la idea, la voluntad y el impulso político de la creación de un Palacio de Congresos.

Todavía recuerdo el eco de alguna carcajada cuando los socialistas plateamos la necesidad de un Palacio de Congresos en mayo de 2019, supongo que era una carcajada más nerviosa que burlona porque otras fuerzas políticas habían olvidado una reivindicación tan necesaria para nuestra ciudad y nuestro tejido productivo. El turismo MICE, es decir, el turismo relacionado con el viaje por negocios, congresos, convenciones, viajes de incentivo y cualquier otro evento organizado con motivos profesionales supone un 20% del turismo en cualquiera de sus motivaciones y sin Palacio de Congresos perdemos este segmento de negocio.

Por ello no puedo entender que tras haber anunciado esta medida como necesaria para nuestra ciudad en las elecciones y posteriormente haber votado a favor de que el Palacio de Congresos se incluyera como una de las medidas del dictamen emanado de la Comisión para la Recuperación de la Ciudad, dictamen que fue aprobado por unanimidad de todos los grupos municipales y sectores económicos y sociales de la ciudad, el alcalde de Alicante, el señor Barcala no haya informado a los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento a fecha de hoy sobre este proyecto de ciudad.

Hemos sido los socialistas quienes hemos tenido que pedir la comparecencia del Sr. Barcala en la Comisión Puerto-Ciudad para que dé cuenta del estado del proyecto anunciado. Y hemos podido leer en algunos medios de comunicación que no quiere y que lo que convocará es la Junta de Portavoces. Pues sepan ustedes que en una Junta de Portavoces no hay actas, al contrario que en una comisión donde quedan recogidas las voluntades expresadas. Entiendo que esta postura entronca con su política de invisibilizar a la oposición y recortar de nuevo nuestra capacidad de control y fiscalización al gobierno.

Si todos votamos sí a la creación de un Palacio de Congresos, dónde cree el señor alcalde que pondremos los palos en las ruedas. ¿En el presupuesto? ¿En la ubicación? ¿En el proyecto arquitectónico? Todas estas cuestiones a las que puede temer el señor alcalde, son cuestiones técnicas, dejemos pues que hablen los técnicos y en base a sus informes tomaremos las decisiones políticas que mejor resulten para nuestra ciudad, pero todos sabemos que cuando se trata de un proyecto de ciudad el acuerdo y el consenso es obligatorio, porque en caso contrario no será un proyecto de ciudad.

Me gustaría pronunciarme sobre la ubicación planteada y que conocemos únicamente a través de los medios de comunicación. El Puerto. Nada que objetar siempre que técnicamente sea posible.

Expresado sin ningún tipo de reserva que el Puerto nos parece una opción adecuada debemos reconocer la deuda histórica que tiene el Ayuntamiento de Alicante con el barrio de la Sangueta y que nuestro grupo político exige reparación de la misma. Lo exigimos los socialistas y el Juzgado Contencioso-Administrativo nº 2 de Alicante en sentencia de diciembre de 2020 en la que daba un plazo de seis meses al bipartito para que iniciara los trámites de la redacción del Plan Especial de Sangueta.

Al descartarse Sangueta como ubicación para el Palacio de Congresos, hemos de exigir la mayor celeridad en la redacción de ese Plan Especial que dote de un proyecto socio-económico al barrio y regenere esta parte de la ciudad porque cuando proyectos de esta envergadura, 45 millones de euros, se han desarrollado en otras ciudades, además de aportar edificios de singularidad arquitectónica y generar riqueza a través de los diferentes sectores productivos, han servido para reurbanizar zonas de la ciudad deprimidas en las que se ubicaban, sirva de ejemplo la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

El bipartito no puede obviar que el Grupo Socialista tiene el mismo número de concejales que el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Alicante y lo que ello significa en cuanto a legitimidad política y social para hablar de tú a tú sobre las cuestiones de ciudad.

Ocasiones como esta nos permiten descubrir a qué tipo de político hemos llevado al sillón de la alcaldía, a quien antepone la ciudad o a quien antepone un mérito personal y cortoplacista, ya que podemos intuir quien pondrá la primera piedra -si no se retrasa demasiado el proyecto-, pero no quién cortará la cinta inaugural.

Yo opto por la foto de familia de una corporación unida y sin fisuras en los grandes temas de ciudad. ¿Y usted, señor Barcala?

(*) Trini Amorós es Portavoz adjunta del Grupo Municipal Socialista