No tiene suerte el Palmeral de Elx. Cuando el pasado 26 de mayo el pleno de Les Corts Valencianes iba a dar el primer paso para la aprobación de la nueva Ley, resulta que el conseller Marzà, quien tenía que presentarla, se había ido a ver la final que ganó el Villarreal y nadie lo había tenido en cuenta. Otro día será.
Seguiremos con la ley de 1986. Total, sólo tiene 35 años de antigüedad. En este tiempo han cambiado muchas cosas y, entre ellas, hasta el propio Palmeral ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000 y con ello han aumentado las exigencias de promoción y protección de un bien que, desde entonces, también lo es mundial. Aunque ninguna de las dos administraciones responsables: Ayuntamiento y Generalitat, se han dado ninguna prisa en adaptar su normativa a ese mayor compromiso. Ni uno ha modificado su PGOU, de 1998, para reforzar su protección ni la otra se ha dado prisa en modificar la Ley. Seguramente ambas administraciones debieron pensar que el Palmeral no necesitaba más en estos años. Y así de mal está yendo el tema, por cierto. Y aún podría ir peor si los colectivos proteccionistas, como Volem Palmerar por ejemplo, no hubieran tenido que intervenir en denunciar proyectos y en conseguir mejorar una deficiente redacción inicial de la nueva Ley.
Por eso resulta tan sorprendente que, ahora que parecía que la nueva Ley sería aprobada, aparezca, como preferente, la propuesta de construir el Palacio de Congresos, que prometió la Diputación en 2018, donde estaba el restaurante del Parque Municipal y la Rotonda. Así lo dice el estudio que la UMH ha hecho, por encargo de un grupo de empresarios, para buscar emplazamientos a una instalación que, desde el Ayuntamiento, siempre se ha defendido que debía estar en el solar de Jayton, en Carrús, ayudando así a revitalizar el barrio. A esta propuesta del equipo de gobierno se opuso el PP que defendía Candalix, más céntrico claro. Ello ha servido de excusa a la Diputación para no cumplir lo prometido y, además, descubrir que mientras daba largas a Elx proyectaba un emblemático Palacio de Congresos en Alicante. Una tomadura de pelo a los ilicitanos.
Todo apunta a que la Diputación no construirá ningún Palacio de Congresos en Elx. Ya tiene uno confirmado en Alicante y el de aquí quedará como prometido para un futuro sin concretar. El propio informe declara que la próxima construcción en Alicante es una amenaza para el de Elx. Lo demás son excusas de mal pagador.
Y plantear el Palacio de Congresos en el Parque Municipal, en pleno corazón del Palmeral histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, es mostrar un absoluto desinterés por la nueva Ley del Palmeral, que no permite estos usos, así como por los valores que permitieron que este fuera declarado por la Unesco. El propio informe reconoce que su propuesta estaría a expensas de la futura nueva Ley «por su proximidad al Palmeral». ¿Proximidad?. Está en el corazón mismo del Palmeral histórico. Es difícil de entender que toda una UMH plantee esta propuesta sabiendo lo que cuesta conseguir una declaración de Patrimonio y lo que cuesta conservarla y ahí está el caso reciente del Mercado Central con el Misteri. Parece una provocación a la Unesco injusta e innecesaria.
La Diputación debe dejar de jugar con Elx y actuar con una visión más territorial que no sea sólo de Alicante capital. Sólo se acuerdan de la provincia para recaudar, para invertir ya está la capital. Estos días se anuncia que están negociando la posible instalación de una sede del Museo Thyssen en la provincia. Hagan apuestas dónde irá.
El Ayuntamiento de Elx debe defender nuestro municipio ante este permanente olvido. La Diputación debe construir el palacio de congresos donde le diga el Ayuntamiento, que es el representante legítimo del pueblo ilicitano y dejar de enredar para no construirlo.
