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Rafael Simón Gil

El ocaso de los dioses

Rafael Simón Gil

El inventor de la luz sigue a oscuras

Créanme si les digo que desconozco el poder real que tienen los ministros y ministras del gobierno sanchez@castejon, aunque me temo que muy poco dado los perfiles de mérito y sabiduría que los adornan

El líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

Hay quien sostiene -incluso el BOE- que Alberto Carlos Garzón Espinosa, más conocido como Alberto Garzón (Logroño, 9 de octubre de 1985) es ministro de Consumo del gobierno sanchez@castejón (España, 13 de enero de 2020). Y sostienen algunos y algunas (creo que Pereira no) que Alberto Carlos es comunista y líder de Izquierda Unida. No seré yo quien desmienta tan rotundas titulaciones, entre otras cosas porque en el fondo siempre he creído en el quintacolumnismo, teoría gráfico-bélica que aplicaron los comunistas durante la Guerra Civil Española sobre el enemigo infiltrado en tus filas, como si fuera amigo, con el objeto de destruirte desde dentro. En la literatura de la Guerra Fría se asemeja, colectivamente, a la figura individual del topo JohnleCarresiano con la diferencia de que los espías comunistas, aquellos topos, eran mercenarios, sí, pero con una íntima convicción ideológica: creían en la bondad del bando al que servían. En ese sentido, my friends, Alberto es un posibilista darwiniano, un tardomarxista que ha entendido que ser político es profesión de supervivientes, no de ideologías; o dicho de modo más en línea con el materialismo histórico que acuñara el gran Marx: estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros. Pregúntense qué es hoy, tras el liderazgo de Garzón, de aquel PCE de los tiempos de la Transición.

¿Hace tiempo que ni oyen ni saben nada de Alberto Carlos? ¿No es cierto que si les dicen que Garzón (el otro) no está en el Gobierno ustedes dos se lo creen? ¿Hace tiempo que no lo han visto en carne mortal ni virtualmente? ¿Hace tiempo que no saben nada de Pedro Duque?... perdón me he ido de ministro, mis más siderales disculpas. Y digo si hace tiempo que no han visto a Garzón porque, tratándose del ministro de Consumo del gobierno sanchez@castejón y con el casi año y medio de alarma-confinamiento al que nos han sometido, se echa en falta un ministro de Consumo que hubiera velado por los intereses de los consumidores. ¿Están ustedes hoy más contentos que ayer con el trato que en su calidad de ciudadanos, contribuyentes y consumidores les dispensa la Administración? ¿Están ustedes más satisfechos con el trato que reciben de sus entidades bancarias? ¿No han tenido el más mínimo problema con ese vuelo que les han cancelado arbitrariamente, tratados con absoluto desprecio, sin posibilidad alguna de protesta? ¿No están hoy más contentos con esos interminables intentos de contactar telefónicamente con cualquier organismo oficial hasta que se les acaba la batería del móvil sin conseguirlo? ¿No han seguido viéndose inmisericordemente acosados por esas reiterativas llamadas de teléfono o esos correos electrónicos a cualquier hora del día y de la noche sin que el ministro de Consumo les defienda? ¿No tienen la sensación de ser tratados como consumidores cautivos al comprar mascarillas u otros productos al uso con precios e IVA desorbitados? ¿Dónde estaba Alberto? ¿Qué fue de Garzón? ¿Qué hay de Pedro Duque?... perdón de nuevo, se me ha ido la imaginación a la Luna.

Créanme si les digo que desconozco el poder real que tienen los ministros y ministras del gobierno sanchez@castejon, aunque me temo que muy poco dado los perfiles de mérito y sabiduría que los adornan (“¡Qué simplicidad tan sana!”, decía el rey en la obra de Francisco de Rojas Del rey abajo ninguno; o del rey Sánchez abajo ninguno, podríamos colegir hoy). Por si no me creen en cuanto a competencia e ilustración de ministros y ministras vean las clases magistrales que para las futuras diplomáticas españolas está dando la ministra Laya en el contencioso con Marruecos. O vean, si no, el virtuosismo epistemológico de la ministra de Hacienda Montero cuando aseveró, sin turbarse conceptualmente, que el frentepolisarista Ghali no entró en España con “una identidad falsa, sino con una identidad diferente”. Impertérrita ella. O la última disertación metafísico-estético-feminista de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, proponiendo a las mujeres de Podemos que no vayan “primorosamente arregladas”. De lo contrario, imagino, serían mujeres machistas. Y es ministra del gobierno sanchez@castejon.

Y volviendo a nuestro darwiniano quintacolumnista del pueblo, les refrescaré que el Gobierno sanchez@castejon, del que Alberto Garzón es ministro de Consumo, acaba de subir de manera escandalosa el precio de la luz sin que Alberto Carlos tenga nada que decir. La subida es del 44%, y los impuestos representan el 25%. ¿Qué les parece? La medida afecta a más de 11 millones de consumidores, sin duda 11 millones de ricos porque al solidario Garzón, ministro de Consumo, no se le ocurriría gravar un consumo tan vital como la luz a las familias humildes. Los ministros comunistas están para proteger al pueblo, no los intereses de grandes empresas. Que nadie se quede atrás, reza la Agenda 2030 (la 2050 es que nadie se quede). Menos mal que en defensa de un consumido Garzón salió la viceministra Carmen Calvo dándole a la rapiña de la luz una versión feminista primorosamente arreglada. Vean el vestido intelectual que lució: el verdadero “temazo” de la subida de la luz, que pagarán por igual pobres y ricos, “no es cuándo se plancha y se pone la lavadora, sino quién plancha y quién pone la lavadora”. Alguna de ustedes dos, primorosamente arregladas, podría estar tentada en responder a Calvo que dudan mucho de que ella planche o ponga la lavadora. Pero es solo una desnuda tentación. A más ver.

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