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Correos de Elche

La tribuneta

Juan Llorens

Aquel arte postal en Elche

A mediados de agosto de 1992 un bote de Coca-Cola chafado aparecía en mi buzón. El primer pensamiento fue con la chiquillería del barrio, pero enseguida me percaté de que llevaba unas etiquetas manuscritas. Por una cara se leía: «Año uno de Víbora», «Cordialmente le saluda» y «Scott y Erik» y en la otra cara dos etiquetas más con mi nombre y dirección, más tres sellos de correos matasellados en Dinamarca. ¡Era el saludo de Erik Styrbjorn Petersen y su mujer, Scott! , dos de los artistas que el año anterior habían estado pintando en el Proyecto Víbora. Mi respuesta fue inmediata: escribí sus señas sobre una brocha de las usadas en el Víbora y la envié a su domicilio, después de mucho pelear con el personal de Correos. Mientras tanto, los amigos de la Prensa también tenían ganas de jugar con tan sorprendente medio de comunicación. Para más suerte, otros dos amigos pintores del Víbora, los murcianos Toni López y Darío Herrera, viajaban esos días para Copenhague y harían saber a Erik el revuelo montado.

Ahora se trataba de movilizar a todos los colegas internacionales que habían estado pintando en el río para que bombardearan Correos de Elche con los envíos más descabellados, sin sobre, y demostrando la enorme flexibilidad de Correos internacional… El director de Correos de Elche consultaba las normas históricas de la veterana institución. El libro gordo de Correos contaba que, antaño, hasta los esclavos se mandaban por correo. Lo de enviar una brocha sin sobre, como era el caso, se podía considerar como las llaves de los refugios que se mandaban los pastores que viajaban de un lugar a otro con el ganado. Como las llaves eran muy grandes y pesadas y podían romper el sobre, se ataban a un cartón y a su lado se escribía el destino y se pegaban los sellos. ¡Así viajaría mi brocha! Erik también contó en su periódico local lo ocurrido y la expectación de nuestros envíos se convirtió en algo muy emocionante para los medios de comunicación… En diciembre del mismo 1992 mi aportación a una exposición colectiva, Cinc-i-trenta, en el Complejo Cultural San José, de Elche, ya presentaba estos envíos.

Cuatro años más tarde, en 1996, aparecía en El País un extenso artículo dedicado a los artistas por correo. Resulta que el Mail-Art (Arte Correo) ya era una práctica artística desde los primeros sesenta, considerando al norteamericano Ray Johnson como el padre del movimiento, quien le confirió un sentido social, colectivo y público. Ya antes, de manera ocasional, lo habían empleado artistas como Picasso, Matisse, Picabia o Duchamp. En España también existían sus divulgadores, como Ibírico (AMAE, Asociación de Mail Artistas Españoles), de Madrid; Pere Sousa (P. O. BOX), de Barcelona; César Reglero (Sol Cultural), de Tarragona, Antonio Gómez… Inmediatamente nos pusimos en contacto con ellos y sus fanzines y tuvimos la suerte de adentrarnos en la filosofía del arte más humilde y libre de todos. Una verdadera felicidad para muchos.

Mail Art es la denominación de la actividad artística que utiliza como medio de expresión la distribución postal. Una comunicación artística fuera de los espacios tradicionales: no existen jurados de admisión ni censura; hay libertad de temas, medios y soportes; las obras no se comercializan, no hay premios, no se devuelven; todas se exponen, artistas anónimos exponen junto a artistas conocidos.

En septiembre de 1996 la sala Directo de Elche mostraba la primera exposición de Mail-Art con conocimiento de causa, la temática era la propia del local: copas y música de jazz. También el periódico La Verdad canalizaba en 1996 y 1997 dos convocatorias de arte postal como banco de imágenes para sus extraordinarios: una convocatoria referida a El Misteri y otra alusiva al Centenario del descubrimiento de la Dama de Elche. Mientras tanto, el arte postal se divulgaba y ponía en práctica en los distintos talleres de la educación artística de mi influencia: actividades extraescolares, pedagogía social, etcétera.

En la primavera del año 1996, desde la entidad cultural Ateneo Pablo Iglesias y la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Elche, se publicaban las bases de la Iª Convocatoria Internacional de Arte Postal en Elche. Inaugurándose la exposición de todo lo recibido en octubre de 1998, en el Museo del Parque Municipal. Con un éxito de participación impresionante. En 2001, organizado por las mismas instituciones, salían de imprenta las bases de la IIª Convocatoria Internacional de Arte Postal en Elche que, por diversas vicisitudes, ántrax incluido, no se pudo exponer hasta abril de 2006 en el vestíbulo del Gran Teatro. El suplemento escolar La Tiza, de INFORMACIÓN, el 22 de septiembre de 2004, concedía una espléndida cobertura de dos páginas al arte postal que estábamos llevando a cabo con los adolescentes de la Escuela de Pintura del Hort del Xocolater. Toda la historia del Mail Art en Elche se recoge en los dos catálogos didácticos confeccionados para las dos exposiciones, en 1998 y 2006.

En la actualidad el arte postal sigue vigente sin perder su vocación epistolar, como animador cultural y como recurso de reflexión sobre el arte y la educación artística. Las diversas convocatorias se pueden consultar en Internet, así como diversas entradas a vídeos y conferencias de los principales cuidadores del Mail-Art. Como, por ejemplo, «Cronología del arte postal en España (1973-1999) Merz Mail», donde ya se habla de nosotros. Me pregunto si sería interesante una IIIª Convocatoria Internacional de Arte Postal en Elche. Continuará…

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