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Antonio Sempere

Silencios cómplices

Festival de cine de Alicante

Varias semanas antes del Festival de Málaga llegaban correos electrónicos con el remite de Málaga Procultura que me generaban mucha curiosidad. ¿Se trataba de una empresa pública municipal? In situ, despejo incógnitas. Se trata de un consorcio del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga que acoge a los trabajadores del Teatro Cervantes, el Teatro Echegaray, el cine Albéniz, el Festival de Málaga y la Málaga Film Commision que facilita los rodajes en la ciudad. Me explican que no llegan a los cien fijos, aunque en determinadas épocas hay contrataciones temporales.

A los trabajadores malagueños implicados en Málaga Procultura, el que solamente haya un centenar para cubrir las áreas de cine y teatro les parecen poquísimos (me dicen que los compare con la plantilla de un teatro nacional como el Real o el CDN para relativizarlo).

Pero pensar siquiera en una Alicante Procultura con un centenar de trabajadores fijos dedicados a mantener dos teatros públicos, una Cinemateca municipal, un Festival de Cine y una oficina de rodajes parece me parece una utopía: no en este 2021; en 2025 y siguientes.

Yo que llevo visitando Málaga desde 1998, y he visto desde entonces cómo la cultura municipal ha ido creciendo ordenadamente, con un rumbo, sin que los políticos interfiriesen, con el fin de que los técnicos llevasen a buen puerto sus metas, tengo claro que en Alicante nunca verán mis ojos nada parecido: ni un par de teatros municipales despolitizados, ni una Cinemateca Municipal que funciona mejor que una Filmoteca, ni un Festival de Cine que es considerado el evento cultural más relevante de Andalucía.

Lo peor es que en Alicante quienes tienen voz callan. Pero no duden que su silencio es cómplice.

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