Después de un fatídico 2020, marcado por los efectos de la pandemia, y del inquietante inicio del presente ejercicio, que se presenta lleno de incertidumbres, llegan algunas noticias positivas. Esta semana ha estado llena de celebraciones para el Foro de Debate Económico Germán Bernácer. El miércoles se cumplían siete años desde que nos presentamos en sociedad con una conferencia que tuvo como protagonista al magistrado de la Audiencia Nacional, Francisco Javier Gómez Bermúdez, bajo el título “Delitos contra el mercado y los consumidores. Responsabilidades de los administradores en el proyecto de reforma del Código Penal”.
El martes inauguramos en el hall de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales la exposición, Germán Bernácer, el economista-humanista alicantino más universal”, con la que hemos querido conmemorar que se cumplen 90 años desde que Germán Bernácer, uno de los padres de la macroeconomía, se incorporara al Banco de España para dirigir, junto con Olegario Fernández-Baños, el recientemente creado Servicio de Estudios del banco emisor.
El Foro, la Universidad de Alicante y la Cátedra Germán Bernácer hemos impulsado, con la colaboración de la Fundación Mediterráneo, una exposición que recorrerá la provincia de Alicante para reivindicar la extraordinaria y desconocida figura de Germán Bernácer. Esta muestra es un acto de justicia para darle la difusión que se merece al economista español con mayor proyección internacional de la historia, pero también a su profundo y polifacético perfil humano.
Es una oportunidad única para conocer su legado a través de paneles que abordan con información contrastada distintas facetas de su vida, además de con fotografías y material del archivo que se conserva en la Universidad de Alicante. En cada población se organizarán, de forma paralela, charlas y coloquios en los que participarán tanto investigadores que conocen bien su obra, como especialistas en cuestiones de interés social y económico.
La apertura de la muestra tuvo al mejor protagonista posible: Óscar Arce, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, su sucesor en el puesto casi un siglo después, que realizó una magnífica disertación sobre “La economía española en el área del euro: situación, perspectivas y retos”.
Este singular evento me ha permitido recordar que hace más de siete años, cuando iniciamos la andadura del Foro, no éramos conscientes de la trascendencia que tendría aceptar la sugerencia de mi amigo Fermín Crespo para denominar a nuestra organización Foro de Debate Jurídico y Económico German Bernácer, y comenzar el acercamiento a la familia para que apoyase la iniciativa. Todo fueron facilidades.
Desde entonces hemos intentado ser fieles a nuestros compromisos para mantener viva su colosal obra, que le ha convertido en uno de los padres de la Macroeconomía moderna, pero también su dimensión intelectual y humana,
En un somero repaso sobre los hitos más relevantes alcanzados desde 2014, creo que podemos estar satisfechos de nuestra aportación para mantener y difundir el espíritu de Germán Bernácer. Somos conscientes de que nos quedan muchos proyectos por emprender, pero en estos siete años:
Hemos mantenido una agenda constante de eventos con temáticas especializadas y de interés general en los que han intervenido personalidades de primera línea como Antonio Garrigues, José García Montalvo, Carmen Herrero, Valentín Pich, José María Roldán, José María Gay de Liébana o Eric Maskin, entre otros.
Hemos creado, con el inestimable apoyo de la Universidad de Alicante, la Cátedra Germán Bernácer, que se ha convertido en el centro de la recuperación y difusión de la obra y la figura de Germán Bernácer generando premios, formación, investigación y publicaciones;
Y hemos abierto nuestra actividad a numerosos colectivos con los que tenemos acuerdos de colaboración.
Desde hace décadas ejerzo la profesión de economista y soy consciente del desconocimiento general de la obra de Germán Bernácer. Conforme he ido profundizando en sus textos económicos he percibido una inusual coherencia desde su primera obra publicada en 1916 titulada “Sociedad y Felicidad” hasta la última que vio la luz en 1955 bajo la denominación “Una Economía Libre, sin crisis y sin paro”. Entre ambas existen otras muchas publicaciones (libros y artículos) que nos permiten descubrir al economista español de mayor proyección internacional de su época. a un pensador brillante y audaz.
Bernácer era un visionario ilustrado, inquieto e innovador. En su primer libro se anticipó un siglo al actual concepto de “economía de la felicidad”. En sus textos plantea la economía como “el más fundamental y condicionante de la evolución social en todas sus manifestaciones”. No escribió solamente un libro de economía, intentó dar respuesta a los problemas que encontró en el inicio de la Primera Guerra Mundial, por el “desorden” que provocaba desigualdad económica y cultural.
Según el profesor Juan Zabalza, los paralelismos entre la Gran Depresión y las turbulencias económicas de municipios del siglo XXI, conceden a las reflexiones de Bernácer una inusitada actualidad, al considerar la ciencia económica como el instrumento capaz de hacer comprender la complejidad de las depresiones y recesiones económicas.
De su paso por el Servicio de Estudios del Banco de España quedan sus numerosas crónicas e informes emitidos entre 1932 y 1936. En ellos analizaba la coyuntura económica, reflexionaba sobre cuestiones técnicas de corte social< e incluso aconsejaba a los responsables del Ministerio de Hacienda que dejasen dejar caer la peseta para mantener la estabilidad interior, en lugar de intentar mantener la paridad con otras divisas, puesto que así no resolvían los problemas de la maltrecha economía española de aquellos años.
Además, su pensamiento ya pronosticaba el efecto atenuante que tiene la inversión pública ante una recesión, alertando del inconveniente de la carga financiera y del desplazamiento de la inversión privada hacia el mercado de capitales, en vez de hacia la inversión productiva. Una situación llena de paralelismos con la actualidad. También alertaba en sus escritos de la ineficacia de la política monetaria, puesto que alienta el avance del tipo de interés a largo plazo, en perjuicio del beneficio industrial, que se produce a corto plazo y con las lógicas incertidumbres.
Evidentemente era más apetecible para los gobernantes coetáneos aplicar las teorías keynesianas que, a mediados del siglo XX, proponían que para salir de la depresión era necesario el intervencionismo estatal, con dinero barato y una buena dosis de proteccionismo. En cambio, Bernácer se mostraba bastante cauteloso, si no contrario, a las nuevas formulas intervencionistas, tanto en el comercio exterior como interior, como recogen sus escritos de corte cercano a las posiciones liberales. Estos planteamientos reflejan cierta incongruencia con sus críticas al capitalismo y con su visión social contra el desempleo involuntario.
Además, tuvo un papel destacado en la matematización de la ciencia económica, que todos recordamos como la asignatura “Econometría”, tan vilipendiada por los estudiantes de economía, como reconocida por los ya economistas como las matemáticas aplicadas a la macroeconomía.
Como escribe el profesor Zabalza en su última publicación, Germán Bernácer fue un pensador independiente y original, libre de todo tipo de prejuicio ideológico y, por tanto, difícil de clasificar si nos atenemos a las categorías habituales de las diversas corrientes económicas.
A pesar de sus extraordinarias aportaciones, es obvio que el silencio y el olvido sobre la obra de Bernácer se debió a la originalidad y radicalidad de sus planteamientos, pero también a su falta de protagonismo durante la época en que le tocó vivir.
Por todos estos motivos, los miembros del Foro creemos que ha llegado el momento de que todos los alicantinos rescatemos del ostracismo a Germán Bernácer, reconozcamos el valor de sus trabajos, de su obra, de su pensamiento y de su humanismo. Es tiempo de que esta exposición le dé la visibilidad que su altura intelectual merece y de que nos sintamos orgullosos de este insigne economista por sus aportaciones a la ciencia económica mundial.
