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Antonio Sempere

El teleadicto

Antonio Sempere

Cómo nos retratamos

Detecto que la jornada del jueves TVE quedó en quinta posición en el ranking de audiencias que delatan los afectos y las fidelidades de los espectadores. ¿Qué pasó? De acuerdo que se juega la Eurocopa. Pero aun así que La 1 se sitúe por detrás de Telecinco, Antena 3, Cuatro y La Sexta parece excesivo. Tenía que haber gato encerrado.

Y tanto que lo había. Con nombre de genio italiano. Ni más ni menos que Leonardo Da Vinci. De vez en cuando las grandes cadenas públicas de televisión europeas (la española todavía pertenece al emporio de las que tienen ese caché) coproducen una serie cara, de marcado perfil cultural y didáctico. La que se acaba de estrenar en nuestro país es Leonardo, de ocho capítulos, y el actor Carlos Cuevas es la aportación española en el reparto internacional.

Yo no sé qué le pasa a la gente, pero en cuanto huele a producto serio y divulgativo, huye. Dado que Leonardo no tiene, ni en el fondo ni en la forma, nada que ver con una telenovela turca, cada episodio es menos visto que el anterior. De manera que los cuatro que restan puede pasar cualquier cosa. Que los emitan de madrugada o los empaqueten para fulminarla rápido.

Este es el panorama desolador y realista ante el que se encuentra José Manuel Pérez Tornero, el nuevo presidente de la Corporación RTVE. Quiere que la televisión pública sea relevante. Que tenga peso. Pero argumenta que una televisión sin audiencia es irrelevante. Tiene su lógica. Es complicado, viendo cómo se las gasta esa audiencia a estas alturas de la película, lograrlo. Afirma que a partir de octubre comenzarán a intuirse en pantalla las ideas de su equipo, aunque hasta en enero no se materializarán. Veremos.

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