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Joaquín Santo Matas

Bellea del Foc, científicamente correcto y genuinamente alicantino

Quiero en este año atípico de No Fogueres reiterar la corrección, llamémosla filológica o lingüística que no sentimental, de la denominación Bellea del Foc

Marina Niceto Valera, la nueva Bellea del Foc 2022

En 1980, tras la llegada de la democracia a nuestros ayuntamientos un año antes, se decidió ahondar en el valencianismo y la recuperación de nuestra lengua autóctona, con el peligro bien vigente hoy en día de la catalanización, acertándose en denominar Fogueres de Sant Joan a lo que se venía llamando desde 1928 Fogueres de San Chuan.

Sin embargo se erró en dar validez a la denominación Bellesa del Foc, que aunque admitida en el moderno valenciano, nos deriva claramente al catalán. El ‘Vocabulari Ortográfic Valenciá-Castellá’ de Lluís Fullana MIra, el único académico que ha tenido la RAE ocupando el sillón de la lengua valenciana, editado hace este mes de junio exactamente cien años, solo recoge la palabra ‘bellea’.

Llevo cuatro décadas luchando estérilmente por la recuperación oficial del término Bellea del Foc, que es el utilizado mayoritariamente por el pueblo y, gozosamente, por este diario INFORMACIÓN.

Aunque he escrito mucho al respecto, quiero en este año atípico de No Fogueres reiterar la corrección, llamémosla filológica o lingüística que no sentimental, de la denominación Bellea del Foc.

Fue en 1932 cuando se creó esta figura, recordando que Luis Torregrosa y José Ferrándiz Torremocha compusieron, además del pasodoble de "les Fogueres", un himno dedicado a la representante femenina de la fiesta, una de cuyas estrofas dice literalmente:

                                         

                                                                 "De coses belles,

                                                                  de llum un retall,

                                                                  com les abelles

                                                                  fabriquen la mel,

                                                                  de roses joc,

                                                                  així naixqueres,

                                                                  Bellea del Foc".

 

Pero voy a aportar unos datos científicamente irrefutables que no sé por qué motivo no han querido asumir ni la Comissió Gestora antes ni la Federació de Fogueres ahora.

El sufijo -ea- es admitido por filólogos tan poco sospechosos como Antoni Badia Margarit y Manuel Sanchis Guarner que en su 'Gramática' transcribe, entre otras, 'bellea', 'pobrea' y 'tristea'.

El 'Diccionari Català-Valencià-Balear' de Antoni Maria Alcover así como el 'Escrig Llombart' incluyen la palabra ’bellea'. Para ser más explícito el 'Diccionari de la Rima' en su página 436 recoge textualmente: "La forma en -EA es la normal en el valencià i en la llengua antiga: respón perfectament al tractament etimològic, i a més a més, en valencià es més sentida...".

Además, remontándonos en el tiempo, glorias del XV -el Siglo de Oro de la literatura valenciana, que sólo por ello ya merece la categoría de lengua- como Ausias March, Jaume Roig e Isabel de Villena dejaron plasmado en textos suyos "bellea". San Vicente Ferrer, según transcripción de Sanchis Guarner, escribe en sus 'Sermons de Quaresma' dos veces 'bellea' y ninguna 'bellesa'.

'Els Furs', libro más antiguo y representativo de la literatura valenciana no refleja la palabra 'bellea' pero sí 'vellea', vejez. En otras obras cimeras como 'Tirant lo Blanc', 'Consolat del Mar', 'Spill', etc. se expresan en valenciano cualidades abstractas como 'riquea', 'pobrea', 'perea'... que demuestran a las claras la raigambre de la desinencia -ea desde los orígenes del valenciano.

Todo ello ratifica sin lugar a dudas la total corrección del término Bellea del Foc que no se ha podido desterrar del pueblo alicantino cuatro décadas después.

Un error gramatical, que nadie de los que mandan en la fiesta se ha planteado corregir por popular, tradicional y sentido, es el de expresiones como plantà, despertà, banyà o cremà, vulgarismos que correctamente se deberían decir plantada, despertada, banyada o cremada que difícilmente serían asumidos por el pueblo.

¿Por qué una denominación totalmente correcta como Bellea del Foc fue modificada y se mantienen estas otras? Misterios que quizás tengan que ver con la ignorancia. Yo seguiré diciendo Bellea del Foc, que es lo científicamente correcto y lo genuinamente alicantino.

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