Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rafael Simón Gil

EL OCASO DE LOS DIOSES

Rafael Simón Gil

La importancia de llamarse España

La importancia de llamarse España.

Conocí a Oscar Wilde, literariamente, hace muchos años, y conocí al autor de La importancia de llamarse Ernesto, sepulcralmente, cuando visité su cenotafio en el romántico cementerio parisino Père Lachaise. Siempre me ha fascinado Wilde por la inteligencia de sus obras, lo mordaz de sus apotegmas y lo heterodoxo de su vida, llevada sin complejos en el seno de una sociedad victoriana ultraconservadora e hipócrita; pero no solo por eso. Lo que más me fascina/conmueve del escritor y poeta es la estoicidad con la que asumió el despiadado linchamiento al que fue sometido por una sociedad que días antes lo adoraba; la resignación con la que sufrió una injusta e inhumana pena de cárcel donde, para mayor escarnio, se le obligaba a desbrozar estopa de maromas de barco hasta destrozarle las manos; y la flemática aceptación -no exenta de retadora estética- de sus últimos años de vida exiliado en París, pobre, abandonado por todos. C´est-à- dire, mes amis, se trata de la importancia de llamarse Oscar Wilde siempre: en el albedrío del éxito o la cárcel, en los laurales o el exilio, en el reconocimiento o en los momentos difíciles. Ello propicia para la eternidad el respeto que te profesan porque te profesas, tus valores, la autoestima, la dignidad. Hoy, el mundo leído admira a Oscar Wilde.

Con las naciones pasa lo mismo. Un país que no se respeta a sí mismo no puede esperar que lo respeten. Un país que abjura de su pasado, se avergüenza de su presente y no cree en su futuro, es un país abocado a la indiferencia, el ostracismo y la insignificancia. Poco importa el tamaño, los millones de habitantes e incluso la riqueza. Pequeños países (Noruega, Suiza, Dinamarca o Austria) son respetados pese a su limitado peso político porque se hacen valorar; porque defienden sus intereses con firmeza. Igualmente, países con un nivel de riqueza relativamente bajo se hacen un hueco en la comunidad internacional porque reivindican su orgullo como nación, su historia, su fe como sociedad, su determinación frente a las presiones de terceros.

Hace 14 años España era la octava economía del mundo por encima de países como Canadá, Australia, Rusia, Brasil o Corea del Sur. Hoy ha caído al puesto catorce. La debacle se produjo entre los años 2007 al 2011, gobernados por Zapatero, y continuó con el valido Rajoy y el monarca @sanchezcastejon, aún en el poder. ¿Qué ha ocurrido en esos años? ¿Mala suerte? ¿La crisis se ha cebado con España? ¿Somos un país solo dependiente del turismo? ¿No tenemos políticos y Política a la altura que merece España? ¿Ha bajado el Hércules a cuarta división? Algunas preguntas se contestan solas, otras necesitan matices. El año 2019 batió récords de ingresos por turismo extranjero, 71.202 millones de euros, mientras que en 2007 fueron 45.000 millones. Si entonces éramos la 8ª potencia, ¿cómo es posible bajar al puesto 14 con casi 30.000 millones más? ¿Solo el turismo? ¿Las crisis afectan a España y no a Canadá, Australia o Corea del Sur? (en Corea del Norte no hay crisis, está prohibida por la dinastía comunista que reina el país).

Rodrigo Rato fue vicepresidente del Gobierno y ministro de Hacienda con el PP de Aznar. Luego fue nombrado director del Fondo Monetario Internacional. En noviembre de 2007, arcanamente, dimitió. Después dirigió Bankia, y en 2015 fue detenido. En octubre de 2018 el Tribunal Supremo ratificaba su condena a 4 años y medio de prisión por un delito de apropiación indebida en el caso de las tarjetas black. Lo demás ya lo conocen ustedes dos arcanamente. La Audiencia Provincial de Sevilla condenaba en noviembre de 2019 a los expresidentes de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán (6 años de prisión y 15 de inhabilitación por malversación y prevaricación) y Manuel Chaves (9 años de inhabilitación por prevaricación). Chaves fue presidente del PSOE de 2000 a 2012, cuando le sucedió Griñán hasta el 2014. También condenó a la exconsejera de Hacienda de la Junta y exministra de Fomento del Gobierno Zapatero -luego vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones- Magdalena Álvarez, a 9 años de inhabilitación por prevaricación. Estas condenas se refieren a los ERE andaluces, el mayor caso de corrupción política en Andalucía con 680 millones de euros supuestamente defraudados. Hace unos días el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz abría juicio oral contra Jordi Pujol, expresidente de la Generalidad catalana (tranquilo, Jordi, tranquilo) y sus siete hijos por presuntos delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, delitos fiscales y falsedad documental. Existen en España, sus regiones, provincias y ayuntamientos muchos otros casos de vergonzosa corrupción, pero no tengo tiempo de relatarlos.

Andalucía sigue siendo una de las regiones más pobres de la UE pese a haber recibido más de 100.000 millones de euros de fondos europeos (súmenle a esa colosal cifra los ingresos fiscales de la Junta durante los 40 años de reinado del PSOE). María Jesús Montero fue consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía desde septiembre de 2013 hasta el 6 de junio de 2018. Un día después era ¿cesada?, no, nombrada ministra de Hacienda del Gobierno @sanchezcastejon, el mismo que ha indultado, contra el criterio mayoritario de los españoles y del Tribunal Supremo, a los independentistas catalanes condenados por sedición y malversación de fondos, y que lejos de arrepentirse, prometen volver a hacerlo (en El manifiesto comunista Marx decía que la burguesía producía a sus propios sepultureros). ¿Qué imagen queda del TS, de nuestra Justicia, ante la opinión pública internacional? Todo esto, todo lo anterior y lo todo demás, lo conocen, discuten y valoran los gobiernos del mundo. ¿Es España un país fiable? ¿Entienden, en parte, por qué pasamos del puesto octavo al catorce? ¿Es el turismo, la pandemia, la crisis, la mala suerte? Sí, la mala suerte de soportar a cierta clase política. Pasamos de la importancia a la insignificancia de llamarse España. A más ver. 

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats