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Isabel Vicente

Un límite, por favor

Ignacio Camuñas

Apenas unas horas antes de la aprobación ayer en el Consejo de Ministros del texto definitivo del proyecto de ley de memoria democrática que se llevará a las Cortes, el PP organizaba un acto en Ávila de lo más surrealista por las burradas que al parecer se pudieron oír allí. Uno de los protagonistas de lo que dieron en llamar «Concordia, Constitución y Patriotismo», fue el exministro de UCD, luego abducido a las filas de Vox, Ignacio Camuñas, quien, además de negar que lo que hizo Franco en el 36 fuera un golpe de Estado, afirmó sin sonrojo que la culpa de la guerra fue del Gobierno de la República. Textualmente el hombre, dirigiéndose a las personas de izquierda, que no creo que estuvieran por allí porque si no a alguno le hubiera dado una apoplejía, dijo: «Si hubo Guerra Civil es porque ustedes lo hicieron muy mal y la República fue un fracaso que nos llevó al enfrentamiento entre los españoles... Es mejor olvidar y no seguir hurgando, y decir poco menos que la derecha es la culpable». Todo esto para pedirle a Pablo Casado, moderador del acto, que, si llega a presidente del España, lo primero que tiene que hacer es cargarse la Ley de Memoria Histórica «porque es un ataque a la concordia y a la Constitución».

A estas edades, a una ya no le sorprende nada. El que más y el que menos tiene algún tío abuelo que en las comidas de los domingos se lanzaba a ensalzar las «virtudes» del franquismo después de cuatro orujos, así que lo de Camuñas no deja de ser un divertimento. El problema es Casado, un hombre joven que aspira a dirigir este país y que asistió a semejante sarta de barbaridades sonriendo y sin inmutarse. Entiendo que no quiera que se le escapen votos hacia Vox pero, francamente, muchos esperamos ciertos límites de un dirigente democrático.

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