Los Premios Platino sí tienen género. El 3 de octubre habrá actores y actrices galardonadas. Este año han decidido premiar también las series de ficción. Así es que entre la figura de actor principal y de reparto (que así es como llaman a esa categoría) la ceremonia que se celebrará en Madrid puede ser interminable.
A pesar de ser la 8ª edición, a estos premios de la Cinematografía Iberoamericana les está costando arraigar. El problema, como siempre, es de visibilidad. Pongamos tres ejemplos concretos: las películas latinoamericanas que ganan, entre otros, el Festival de San Sebastián, el Festival de Huelva y el Festival de Málaga, en sus secciones específicas, no llegan a nuestras salas.
Más concreto todavía. En la categoría de mejor documental el favorito es El agente topo, de Chile, que se desarrolla en una residencia de ancianos. A pesar de la enorme publicidad que tuvo en nuestro país y que estuvo en los Goya, ni siquiera se estrenó en Alicante. Por cierto, una nota a modo didáctico. En la misma categoría está nominado El año del descubrimiento, del cartagenero Luis López Carrasco. Pues bien, en alguna entrevista se le ha corregido que el documental no es un «género» (ficción/no ficción), sino una categoría. Doctores tiene la iglesia para dilucidar estos conceptos.
Decíamos al principio que los Premios Platino del cine latino sí tienen género, sí van a premios a los mejores actores y las mejores actrices. Europa se ha vuelto muy políticamente correcta y sus festivales de Clase A, incluido San Sebastián, han decidido otorgar el premio a la mejor interpretación único, sin más, para evitar discriminaciones. Creo que nosotros en eso somos más latinos que europeos.
