El día 31 de enero de 2021 cerró definitivamente sus puertas, en su última sede, la sociedad cultural y social más antigua de nuestra ciudad (comenzó su andadura en 1874). Probablemente sea el final definitivo de esta sociedad, que tantas jornadas de gloria ofreció a nuestros ciudadanos en estos 147 años de existencia. Sería imperdonable que esto fuese así, para nuestra ciudad, a causa de la desidia de la sociedad ilicitana en general.
La oferta cultural y social en Elche es muy escasa y si miramos el centro de la ciudad, paupérrima. Solo podemos contar con el Gran Teatro y alguna que otra actividad esporádica en La Calahorra o Las Clarisas (no hace mucho nuestro equipo de gobierno manifestó su intención de instalar allí un hotel), el Aula Cultural de la CAM (lo único que me viene a la memoria en los tres últimos años es la exposición de pintura «150 años de la pintura ilicitana», que fue una excelente exposición, aunque algo difuminada por la pandemia).
El servicio que ha ofrecido el Casino a la ciudad es bastante extenso, aunque no lo suficientemente reconocido, tanto a sus socios, como a la sociedad en general.
La oferta de servicios que puede ofrecer esta asociación cultural es bastante extensa y entre lo que ofrece a sus asociados estarían juegos de cartas, dominó, ajedrez, etc., presentaciones de libros, conferencias, tertulias, exposición y certámenes de pintura o escultura, servicio de restauración, conciertos de todo tipo de música, salas de estudio, biblioteca...
Durante sus años de existencia ha servido de sede de otras asociaciones de todo tipo, ha sido punto de encuentro y reuniones de otras asociaciones como Moros y Cristianos, cofradías, entes festeros o corales. Todas ellas utilizaban sus salones para dichos fines. Estos y otros muchos servicios ha estado ofreciendo el Casino, tanto a sus socios como al pueblo de Elche en general.
Los últimos meses se han hecho gestiones con otras asociaciones, empresarios, grupos empresariales y nuestras autoridades, con el fin de conseguir otra nueva sede y relanzar la actividad, pero hasta la fecha dichas gestiones han resultado infructuosas. ¿Va a consentir el pueblo de Elche que se pierda todo este patrimonio cultural y social? ¿O por el contrario apoyará la iniciativa de recuperar nuestro Casino?
