Pero vamos a ver, ¿qué forma es esta de hacer balance de los Juegos Olímpicos? Así es que los de Tokio han sido muy positivos para España. Hemos logrado 17 medallas, las mismas que en Río de Janeiro, 4 de oro menos que en Brasil. Pero es que cuatro de las medallas conseguidas, lo han sido en deportes que se incorporaban por vez primera a la cita olímpica: el tiro mixto, la escalada y el kárate. Y en tres de ellos se han logrado precisamente los oros. En los Juegos de París algunas de estas disciplinas seguramente ya no estarán en el calendario. Y aunque estuvieren: cualquier análisis sosegado y mínimamente riguroso debería tener en cuenta estos datos antes de caer en el triunfalismo más facilón, que es en el que se narraron los Juegos de Tokio desde España desde el primer día.

Creo que debemos mirarnos en los países de nuestro entorno. Italia ha logrado 40 medallas y Francia 33. Italia fue el primer país europeo en sufrir las consecuencias de la pandemia. No hace falta recordar a estas alturas las medidas extremas sufridas por ambas Repúblicas. Lo terrible de sus restricciones. El varapalo del Covid ha sido el mismo para todos. Han superado a España por más del doble de medallas. Con la apostilla que a nadie le leo ni le oigo matizar que cuatro de las logradas por nuestra delegación provienen de deportes que no existían en el calendario de Río, ni de Londres, ni de Pekín. Luego se han perdido 4 preseas respecto a los Juegos de Río.

Pero escuchando al presidente del COE, Alejandro Blanco, pareciera que las medallas las han perdido otros, y que España ha vivido los mejores Juegos de su historia.