Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Elena González

Un «calentorro» en el camino

La vicepresidenta del Parlament Balear, Gloria Santiago.

Estoy asqueada con la cascada de comentarios despreciables que se vienen sucediendo desde que Gloria Santiago denunciara acoso en la ruta jacobea. Desde el «me das risa» al «había un calentorro suelto, ¿y qué?» o el «pues a mí me atracaron en Bruselas», la caspa ha saltado en masa para recriminarle su «afán de protagonismo» por compartir una experiencia de terror que viven miles de mujeres. Y no falta quien aún piense, o hasta defienda, que por «su culpa».

Porque las chicas no deben andar ‘descarriadas’ y sin compañía, preferentemente masculina, por esos mundos y, si lo hacen, ya saben, sabemos, a lo que se exponen. Que no les decimos a nuestras niñas que tengan mucho cuidado para cortarles las alas, sino para evitar que ningún desaprensivo se las arranque. Gloria no es una mujer violada, pero lo pudo haber sido y aquella angustia, esa consciencia de su vulnerabilidad la van a acompañar tiempo en el camino, menos libre hoy que ayer.

Todavía a estas alturas, cuando una amiga me pregunta qué hacer con su hija adolescente, en vez de decirle ‘déjala volar’, yo le recomiendo que ‘tome el coche y vaya a buscarla para que no vuelva sola de noche’. No les hablo de libertad, sino de precaución, de miedo. Y me da mucha rabia. Por eso admiro a las mujeres que no callan, a las Glorias y también a las Nevenkas que ponen voz a tantas otras y que, al hacerlo, al exponerse, nos ayudan a recuperar la calle para todas, nuestro derecho.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats