El Ayuntamiento de Novelda destinará en unos días más de 448 mil euros, procedentes del remanente de tesorería positivo de la liquidación presupuestaria de 2020, a la amortización anticipada de la deuda financiera, una iniciativa de la concejalía de Hacienda que responde a la máxima de sensatez y pragmatismo que el equipo de gobierno aplica a su política económica con el fin de seguir reduciendo la deuda al tiempo que mantiene el esfuerzo inversor para mejorar infraestructuras y servicios.

El pleno de la corporación aprobaba, en la sesión ordinaria de agosto, la propuesta de modificación de créditos para dar destino a casi 535.000 euros procedentes del superávit obtenido en el ejercicio económico del pasado año, de los que cerca de 90.000€ se destinarán a acciones de mejora y mantenimiento de ciudad (caminos rurales y vías públicas) e instalaciones municipales (mejora de sistema de climatización de edificios culturales, sanitarios, educativos y administrativos) y 448.857 euros se dedicarán a amortizar anticipadamente parte de la deuda financiera que mantiene en Ayuntamiento de Novelda que, tras este abono, quedará en 12.300.000 euros, 5,1 millones menos de lo que encontramos al inicio de la legislatura en junio de 2019, cuando ascendía a 17.400.000€.

La coherencia de la política económica puesta en marcha por el gobierno municipal permitió, a pesar de la difícil situación económica derivada de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus y tras años de contención del gasto público, cerrar 2020, primer ejercicio económico completo bajo gestión del Partido Socialista, con un superávit superior a 1.450.000 euros. Una buena parte de esta cantidad (915.000€) ya se destinó, en una primera modificación de créditos aprobada a principios de año, a amortizar deuda de forma anticipada (700.000€), así como a reforzar las ayudas sociales y al tejido socio-económico del municipio contempladas en el plan Reactivem Novelda II. Ahora, con esta segunda modificación, el gobierno municipal se propone seguir reduciendo la deuda financiera, ya que cuanto antes acabemos con la misma antes podremos destinar parte del dinero que ahora tenemos que dedicar a pagar créditos, a realizar muchas más mejoras en los servicios que prestamos a la ciudadanía y también podremos empezar a plantear un respiro a la carga impositiva a la que todos estamos sometidos.

Para el gobierno municipal es prioritario perseverar en el apoyo al tejido productivo local, en la atención a las necesidades sociales, en la mejora de las infraestructuras y servicios, pero también es fundamental acabar cuanto antes con una deuda que, en cierta forma, hipoteca nuestro futuro ya que nos obliga a abonar a los bancos más de dos millones de euros anuales. Por ello, a pesar de la posibilidad de refinanciación que nos ofrecía el Ministerio de Hacienda, que permitía ampliar en siete años el vencimiento actual, con una nueva carencia de dos años (2022 y 2023), y retrasando el plazo de devolución de los más de 12 millones de euros pendientes hasta 2034, hemos decidido rechazar esa opción y mantener los plazos de amortización actuales. Es decir, renunciamos a alargar el pago de la deuda.

Una decisión que es la mejor para el Ayuntamiento, la mejor para Novelda, aunque no sea la más atractiva para el Equipo de Gobierno y sus once concejales y concejalas. Estoy convencido que algo que debiera ser siempre así, anteponer los intereses generales a los intereses políticos, electorales y partidistas, no es lo habitual por desgracia. Siempre me ha gustado una frase que dice que los argumentos convencen, pero que el ejemplo arrastra. Dejar de lado la palabrería y demostrar con una gestión ejemplar lo que se dice, es la mejor demostración de que aquello que dijimos que existía otra forma de gobernar y que la pondríamos en marcha, es tan cierto y real como la vida misma y la gestión de estos dos años de gobierno socialista.

La renuncia a este mecanismo es una decisión que el gobierno municipal adopta por coherencia y responsabilidad, buscando lo mejor para Novelda, sin pensar en réditos políticos y evitando, de esta forma, comprometer al Ayuntamiento durante las tres próximas legislaturas.

Los socialistas pensamos que ahora, más que nunca, toca ser serios y rigurosos en las políticas económicas para poder saldar nuestra deuda financiera, tal como estaba previsto, en 2027, o incluso antes, sin olvidar las inversiones destinadas a mejorar y modernizar infraestructuras y servicios que reviertan en la ciudadanía y en el apoyo a los sectores productivos para conseguir la ciudad amable, sostenible, inclusiva y económicamente competitiva que todos queremos y que por supuesto merecemos.