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Justo Gil Sanchez

Si, 1936, año fatídico para las letras

Federico García Lorca Diario de Córdoba

Año fatídico por la incivil guerra fratricida iniciada “ese” 18 de julio de 1936. Es, por tanto, un año triste y negro porque se esfumaban las legitimas esperanzas de consolidación de un sistema democrático de muy corta edad. Pero ese año también fue terrible para el mundo literario, por los fenecimientos de personajes de las letras españolas y por la importancia de dichos autores.

Así, Federico García Lorca, el de Fuente Vaqueros, fue asesinado un mes después del levantamiento militar. Lo fue el 18 de agosto de 1936. En plena juventud. Sus ideales fueron los detonantes de tamaña injusticia. Ahí quedaron vigentes en el tiempo obras tales como Bodas de sangre o Yerma, entre otras.

Miguel de Unamuno, olvidado en su casa de Salamanca, sita en calle Bordadores (según crónica oficial), murió el dia de San Silvestre, según el calendario del Santoral, el dia 31 de diciembre de 1936. Dejando obras tales como Niebla, La tía Tula o Abel Sánchez. Aquella reclusión tuvo su origen por los hechos ocurridos en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, el dia de la hispanidad, el 12 de octubre de 1936, y su encontronazo dialéctico con Millán Astray, el fundador de la Legión, y “novio de la muerte”. Qué no decir, de Ramón-Maria del Valle Inclán, autor de Divinas palabras o Luces de Bohemia, enterrado el día de Reyes, muriendo el 5 de enero de 1936 y del que se cuentan multitud de fábulas que él llegó a agrandar, aparte de su extravagante figura. Y que hicimos remembranza de la misma con el diputado del PSOE, por Burgos, Agustín Zamarrón, presidiendo la Mesa de Edad del Congreso de los Diputados en el proceso para elegir presidente/a en mayo de 2019. Incluso recordando lindezas lingüísticas, cuando agolpándose los diputados para votar, dirigiéndose a ellos exclamó “Mejoren el flujo. Estamos propenso a la trombosis”. Se recordó, después, que este diputado había sido médico de profesión. Por un momento, creímos ver a tan excelso literato. Que había venido a visitarnos en esta España distinta de la que él vivió 

Igualmente. el ensayista, novelista, poeta y critico literario, Ramiro de Maeztu, que fue asesinado en Aravaca, el dia 29 de octubre de 1936. Algunas de sus obras quedan en la memoria, como Una mirada a España o Defensa de la Hispanidad, entre otras De antiguo anarquista terminó militando en el grupo derechista Renovación Española, destacando por su oposición al régimen republicano. Execrable asesinato por sus ideas. Qué no decir de Pedro Muñoz Seca, monárquico convencido, generador del teatro de humor, cultivando la sátira y la parodia, siendo creador del astracán. Fue asesinado en 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos. Siempre la incivil guerra por medio. Obras tales como “La venganza de don Mendo”, o “Anacleto se divorcia”, entre otras, son expresión de ese humor de astracanada.

Son algunos ejemplos de literatos que acabaron sus vidas en el año 1936. Qué producciones literarias nos perdimos con su “perdida”. Miguel Hernández, el poeta de Oriola, fallecido de tuberculosis en 1942, exhortó a la juventud a participar y ser dinámica con la siguiente predica: “Juventud que no se arriesga, sangre que no derrama, ni es sangre, ni es juventud”.

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