Vivimos tiempos convulsos, los delitos de LGTBIfobia están en aumento, el integrismo despliega alas, pero la sociedad civil no calla, grita de dolor ante las violentas agresiones que las personas disidentes del heteropatriarcado estamos sufriendo.
No podemos permitir que quienes penalizan y castigan el derecho a Ser y a Amar de forma diversa impongan la dictadura del terror. La diversidad afectiva, sexual, familiar y de género no puede costarnos la vida, al contrario, es un Orgullo y las sociedades democráticas deben llevarla por bandera.
Esto, sin duda, requiere de una apuesta contundente, indeleble, de todas las administraciones por los Derechos Humanos, porque no solo hay un déficit democrático e histórico con el colectivo LGTBI, sino que siguen siendo múltiples las discriminaciones que soportan a diario.
Le pedimos a nuestra vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez, que no titubee y se mantenga del lado de quienes aman y respetan libertades de quienes trabajan día a día y de forma honesta para que la diversidad afectiva, sexual sea una realidad en las políticas municipales, que mejore la vida de la ciudadanía alicantina. No creemos en las políticas de foto, de escaparate. Nuestro Orgullo es transformador, liberador, nos salpica de vida, de encuentro de reconocimiento.
Recientemente hemos asistido a las diversas actividades de la programación de lo que desde el propio Ayuntamiento han llamado “la semana del orgullo”. Bienvenidas sean estas actividades, pero a Mª Carmen Sánchez, responsable del área LGTBI, le exigimos políticas de alcance y no deflagraciones lumínicas.
En el último pleno celebrado en este mes de julio, nuestro Ayuntamiento ha aprobado dos declaraciones de apoyo a las políticas LGTBI y de condena a los discursos de odio, negacionistas y LGTBIfóbicos, impulsadas por la FVMP, una, y por la oposición progresista junto a Ciudadanos, otra, sólo con el voto negativo, en ambas, de VOX con quien, desafortunadamente, nuestra administración local pacta presupuestos. Aquí no hay medias tintas, o se condena la violencia o se legitima, blanqueando, además, a quienes hacen del odio una herramienta política.
El pasado mes de abril se aprobó el I Plan Municipal LGTBI, con la colaboración de la Naturadora; este Plan, como cualquier acción política, debe ir acompañado de presupuestos y de recursos humanos suficientes.
Concedemos el beneficio de la duda, deseamos y necesitamos rectificaciones políticas, dado que en estos dos años tristemente hemos asistido al recorte de recursos del área LGTBI. Los conciertos musicales de la semana del orgullo no salvan vidas. Queremos asignación de una partida presupuestaria específica para 2021/2024 para la puesta en marcha del Plan LGTBI, nos lo merecemos. La ciudad de Alicante es diversa, inclusiva, cohesionada; el tejido asociativo de Alicante, es un tejido fuerte, y, desde la diversidad, contamos con nuestra capacidad de generar alianzas, cohesión y en el trabajo diario a favor de los Derechos Humanos nos reconocemos cómplices.
Ojalá nuestro Ayuntamiento se ponga del lado del amor, de la justicia social, ojalá repudien a quienes amparándose en una adulterada libertad de pensamiento y de expresión alimentan, siembran y esparcen el odio a la diferencia. Porque no todo vale, y hay partidos políticos que no construyen, que destruyen.
Reivindicar Orgullo es trabajar por él. Bienvenidas sean las declaraciones políticas de Mari Carmen Sánchez, ahora solo cabe preguntarse ¿se mantendrán?
