Escribió Carlos Aguilar en su imprescindible Guía del Cine Español sobre Tu nombre envenena mis sueños, de Pilar Miró: «Desastrosa adaptación de la novela homónima de Joaquín Leguina. Pretenciosamente construida a base de flashbacks dentro de flashbacks, ininteligible y obvia a la vez, con unos personajes bien estereotipados o bien inverosímiles, una ambientación artificiosa y unos diálogos ridículos, representa uno de los peores films de la autora».
Lo curioso es que Aguilar forma parte del equipo de colaboradores de Historia de nuestro cine, que jamás de los jamases se permitirá, como no se ha permitido en los más de mil programas emitidos, una crítica negativa ni un comentario que no sea laudatorio de ninguna de las películas ni los directores que en el programa se inventarían. En el último de los emitidos se glosó la controvertida figura de Pilar Miró, y para ello se eligió su última película de las nueve que rodó, la inspirada en la obra de su amigo Leguina.
Seguramente el brevísimo coloquio de Historia de nuestro cine sería mucho más divertido, más jugoso y más pedagógico si se permitiese polemizar a los invitados, y no encorsetarlos al discurso laudatorio. Las discrepancias siempre enriquecen. Pero doctores tiene la iglesia, y el director del programa, Paco Quintanar, que es el mismo de Cine de barrio, parece tener muy clara la dirección.
Aunque en ocasiones los espectadores tengamos la sensación de haber visto una película distinta de aquella a la que están haciendo la ola.
