Suscita filias y fobias por igual. La figura de Ana Pastor, como la de Ferreras, no deja indiferente a nadie. Lo que nadie le podrá negar que pone todo su arrojo profesional al proyecto que acomete. Consciente La Sexta de que El objetivo acusaba una fuerte caída de audiencia detrás de Salvados (con Gonzo) y de Lo de Évole, esta temporada han decidido cambiarlo de día de emisión y reformar sus contenidos por completo.
Los datos de audiencia con los que se desayunó el equipo el jueves a primera hora les dejaría helados por completo: un 3’3% en pleno prime time. Números de La 2 y de Trece, por citar dos cadenas completamente distintas.
Lo que demuestra que la calidad nunca está premiada por la audiencia. Que lejos de castigar la zafiedad, la aúpa y celebra. El miércoles que debutó Ana Pastor el programa victorioso fue La isla de las tentaciones en formato renovado.
El objetivo abrió con el editorial de Bob Pop, que migró de Late Motiv a La Sexta, y dedicó la mayor parte de su tiempo a una tertulia con Edu Galán, Mariola Cubells, Rosa Belmonte y Víctor Amela. Los tres últimos son críticos de televisión en ejercicio muy veteranos, por lo que cabría realizar un spin off en el que el trío, con criterio y buen humor, desgranara las claves de la televisión actual. Ese sería un buen formato de la televisión pública.
Para participar en El objetivo, Víctor Amela tuvo que abandonar el programa Aruser@s, antes Arucitys, donde ha sido tertuliano durante 17 años seguidos. Bob Pop y Amela, a eso se llama desnudar un santo para vestir a otro.
Mucho nos tememos que ante el 3’3%, El objetivo de Ana Pastor tiene los días contados.
